El laguito de la Ciudad Ducal que escolta una torre atribuida a Eiffel


Ciudad Ducal. Ubicación geográfica de esta urbanización ubicada en el término municipal de Las Navas del Marqués, primera gran población de la provincia de Ávila según circulamos por la carretera CL-505/M-505 (según donde nos encontremos) y abandonamos la Comunidad de Madrid. Toda esta zona serrana es rica en urbanizaciones, parcelas y segundas residencias que proliferaron en los años setenta, ochenta y novena del siglo XX, iniciativas que arrebataron toda personalidad arquitectónica a los pueblos de la zona. No es un caso tan sangrante como el padecido por la vertiente madrileña de la Sierra de Guadarrama, pero sí tiene ciertas concomitancias y algún que otro proyecto deleznable, por no hablar de incendios que han amenazado, sino destruido, algunos bosques. La justicia ha llegado a parar algún proyecto, pero también ha sido benévola. [Mapas VíaMichelín]

La urbanización Ciudad Ducal dista unos dos kilómetros de Las Navas del Marqués. Circulamos por la CL-505 y en una cuesta encontramos un desvío hacia la izquierda (si circulamos en dirección a Ávila). Nos desplazamos en medio de un denso pinar y llegamos a una pequeña explanada. Hacia la izquierda queda el Barrio de la Estación. Hacia la derecha, la urbanización, que en su acceso cuenta con una garita de vigilancia. Al poco, tras pasar junto a las primeras casas y tras un giro a la izquierda, alcanzamos esta gran estructura: el antiguo Palacio de los Marqueses de Medinaceli.

Ciudad Ducal. Capilla. Esta urbanización comenzó a ser levantada en 1943, siendo una de las pioneras del Sistema Central, y para ello se aprovechó la finca conocida como El Chalet o El Parque del Chalet, un espacio que había sido propiedad de los marqueses de Medinaceli. Ángela María Pérez de Barradas, esposa del decimoquinto marqués, era una enamorada de los paisajes y el clima de la zona. Y de aquella pasión, este presente.

Esta torre-mirador nació del estudio de Gustave Eiffel por encargo de los marqueses de Medinaceli (que también lo eran de Las Navas) en 1873. Como curiosidad, esta torre cuenta con dos escaleras diferenciadas.

Como resulta evidente, el verdor de los bosques del entorno es sobresaliente. Pinares explotados sostenidamente. Y un perfil de algunas cumbres de la Sierra de Guadarrama completamente desconocido.

Una visitante otea el entorno de la urbanización Ciudad Ducal desde esa atalaya de estética "lucha contra el fuego" que hace las veces de privilegiado mirador.



Hemos atravesado la Ciudad Ducal y llega un momento donde el asfalto da paso una revirada pista descendente que salva un gran desnivel en muy poco espacio. Esa pista nos deja en la explanada del laguito de la Ciudad Ducal, lo que apreciamos en esta imagen.

Recreación del momento de la imagen anterior, efectivamente bajo una nevada que no tenía sin embargo tanta intensidad como en la animación.

Ciudad Ducal, destino vacacional en los años 80 de famosos, folclóricos, toreros y deportistas. Junto al lago, una (habitada) residencia concebida para los guardianes del lugar que anteriormente tuvo usos de pabellón de caza o almacenaje de útiles para la navegación por el lago.

Ciudad Ducal. "Zona del lago. De uso para socios propietarios".

Caminando por las orillas del lago de Ciudad Ducal, una concentración acuosa que también pasa por ser embalse por eso de represar el arroyo Retuerto. Un espacio precioso que ha sido escenario de algunos rodajes.

Comienza a anochecer en una jornada invernal amenazada por la nieve que, efectivamente, haría acto de aparición. Estamos en una zona que supera con holgura los 1.200 metros sobre el nivel del mar.



El lago de la Ciudad Ducal, un lago con embarcadero.

Estampa invernal del lago de la Ciudad Ducal, un espacio decimonónico lleno de encanto.

Caminando por los alrededores del lago.

El lago de la Ciudad Ducal, aguas tranquilas que reciben el aporte hídrico de un arroyo y permiten también su evacuación en una zona represeda.

Torno para evitar que se escape el ganado.

Un crecido arroyo Retuerto llega al lago, el cual alimenta con sus aguas. Unas aguas que nosotros salvamos gracias a un pequeño y tosco puente.

Caminando junto al lago de la Ciudad Ducal.

Este árbol es uno de los atractivos del lago de la Ciudad Ducal por su forzadísima posición.

Detalle en el tronco de un árbol junto al lago de la Ciudad Ducal.



La orilla sur queda un poco más abajo, porque hemos ganado algo de altura para llegar a un pequeño mirador sobre el lago y sobre el curso del arroyo Retuerto, que renace gracias a un "escape" en el muro de contención.

El muro de contención que represa las aguas del arroyo Retuerto y forma el lago de la Ciudad Ducal, contemplado desde las cercanas alturas del Mirador de Loli.



El lago de la Ciudad Ducal, contemplado desde el llamado Mirador de Loli.

El conocido como Mirador de Loli, una denominación un tanto enigmática y cercana.

Las aguas del arroyo Retuerto abandonan el lago con fuerza gracias a un potente chorro que manda el líquido elemento al fondo de una garganta que prosigue encajonada entre vegetación y laderas pétreas.

Las aguas del arroyo Retuerto abandonan el lago con fuerza gracias a un potente chorro que manda el líquido elemento al fondo de una garganta que prosigue encajonada entre vegetación y laderas pétreas.

El mirador de Loli, contemplado desde el otro lado de la particular estructura giratoria que hace las veces de paso canadiense para el ganador. Un torno muy efectivo sobre el dique que represa las aguas de un arroyuelo (el Retuerto) y forma el plácido laguito de la Ciudad Ducal.

Caminando junto al lago de la Ciudad Ducal bajo una nevada que crece en intensidad.

La nieve cuaja con rapidez...

...

...

... y en ocasiones, muchas, el lago se hiela y la estampa es aún más hermosa.

[febrero de 2014]