Minas do Bugalho, mirador al campo alentejano


Mina do Bugalho, también conocida como São Brás dos Matos, es una freguesía alentejana que depende administrativamente de la cercana villa de Alandroal y que se encuentra realmente muy cerca, en línea recta, de la frontera con España. Medio millar de habitantes se reparte por un casco urbano que comenzo a crecer a partir de los asentamientos montados por los trabajadores en unas antiguas minas cerradas desde hace más de un siglo de las que se extrajo cobre, pirita y wolframio, entre otros minerales (incluso azufre, oro y plata). Una actividad minera tan interiorizada que incluso protagoniza la heráldica de la población. De ese chispazo inicial, guiado por la iglesia y otras dependencias públicas, derivó un actual trazado marcado por una creciente tendencia hacia la dispersión. En una de sus calles, aprovechando la orografía del lugar, los vecinos levantaron hace unos años un mirador (miradouro) sobre el campo alentejano que es la excusa para esta entrada donde algún día habrá que incluir los buenos ejemplos de vestigios dolménicos existentes en los alrededores, así como [Mapas VíaMichelin].

De camino hacia Minas do Bugalho. Un ejemplo como tantos muchos de campos adehesados, sustento de muchas y muy buenas quintas, donde se apuesta por la ganadería o la explotación del corcho. Campos que también ofrecen posibilidades muy interesantes para el senderismo y la caminata.

La carretera local que conecta con la N-373 que une Elvas y Alandroal a través de Juromenha. El campo no puede esconder los amarillos del estío y le aportan un contraste tremendo a la resistencia de los verdes de las copas de esos árboles que se aferran a las aguas de cualquier ribera, arroyuelo o regato. Todas las fotografías tomadas desde el interior de un vehículo empleadas en esta entrada han sido hechas desde el puesto de copiloto.

Contrastes en los campos alentejanos.

De camino a Minas do Bugalho. Campos alentejanos.

Dehesas alentejanas.

Otro buen ejemplo, en una imagen, de la peculiar orografía del Alentejo. Es la región que más corcho produce en todo el mundo, lo cual es mucho decir. Y también una zona muy potente en lo que a la vid y el olivo se refiere.

Minas do Bugalho. Buzones de correos pertenecientes a casas ubicadas en las cercanías, instalados junto a la carrera de acceso a la freguesía.

Minas do Bugalho.

Minas do Bugalho. Campo alentejano, un vecino más de algunas edificaciones.

El entorno de Minas do Bugalho. En el Alentejo también cambian mucho los colores en función de la estaciones. En primavera y en otoño el campo presenta unos verdores hermosísimos, eléctricos, vivos. La cromática estival se alía con las altas temperaturas y, de hecho, se podría decir hasta que transmite, o refleja, el fuerte calor que reina durante el verano. Son campos duros.

Minas do Bugalho. El miradouro hecho por los vecinos, una especie de refrescante templete.

Esta pequeña plaquita recuerda a quién se le debe la construcción del mirador, que fue inaugurado allá por 2013.

El mirador, un templete, suaviza mucho los rigores del verano gracias a la sombra que proyecta. Y así lo vemos todo desde dentro.

Maravillosa imagen del campo alentejano



Minas do Bugalho.

Minas do Bugalho.

Una integrante de la familia de las quercus, junto a la carrera, aislada y solitaria.

Dehesas alentejanas. Estas ondulaciones escondían en sus entrañas, como se ha comentado, diversos minerales que contribuyeron a estimular la llegada de población. Las minas estuvieron en funcionamiento varios siglos y cesaron su actividad a comienzos del siglo XX. Del siglo XVIII ha llegado hasta nuestros días el que pasa por ser gran vestigio patrimonial de Minas do Bugalho: el llamado Arco da Mina.

Minas do Bugalho. Detalle de calçadinha en el margen de la carretera que conduce al miradouro.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Nos llamó la atención esta solitaria vivienda, de las pocas que sí nos pareció abandonadas, por la azulejería verde que acilaba estéticamente toda su fachada.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Casco urbano.

Minas do Bugalho. Abandonamos este rincón peculiar con orígenes mineros del campo alentejano.

[agosto de 2015]