Canal de Castilla, cuya presencia queda esquemáticamente esbozada en este mapa con el destacado en rojo. Una obra hidraúlica ambiciosa y de primer orden que quiso modernizar un país y que se quedó como testimonio de una ambición no concretada pese a los casi 100 años de obras que dejaron una red de unos 207 kilómetros distribuidos, a su vez, en tres ramales que en total reúnen 49 esclusas que permiten salvar los desniveles que presenta el terreno. El Canal acumula una diferencia de cota de 150 metros en su recorrido. En todo caso, es una parada pintoresca en la vieja Castilla. Y sin embargo que interesante planteamiento y que complejidad de conexiones que se habían ideado. Desde 1991 el Canal de Castilla es un Bien de Interés Cultural y desde mediados del siglo XX, con las esclusas fuera de servicio, fundamentalmente presta servicio de canal de riego. Toda su historia, en una frase que hemos visto repetida diversas veces sin una autoría concreta: "Su historia es la historia de un sueño". La caducidad del proyecto fue bastante rápida, en gran parte por los avatares históricos. [Mapa VíaMichelín].
Con respecto a la foto que abre esta entrada hemos dado un pequeño salto, geográficamente hablando, unos cuántos kilómetros aguas arriba, y nos encontramos en las cercanías de la localidad palentina de Frómista, una de las perlas del Camino de Santiago y sobre la que ya hemos escrito en este modesto espacio de Internet. La esclusa de Frómista es otra joya de la ingeniería española gracias a que es el único ejemplo de todo el Canal de Castilla de esclusa cuádruple.
La cuádruple esclusa de Frómista. Joya dentro del Canal del Norte que comprende entre la esclusa 17 y la 20. Todo un reto para los ingenieros y, allá en los tiempos que estuvo en activo, seguro que todo un espectáculo en el tránsito de las barcazas y el trasiego de las mulas de carga que iban tirando de las embarcaciones desde los paralelos caminos de sirga.
La cuádruple esclusa de Frómista.
**********
Canal de Castilla. Un rectilíneo curso de agua que, si lo siguiéramos, nos llevaría hasta la localidad palentina de Alar del Rey (y, de hecho, hasta la cuádruple esclusa recién vista). Un rectilíneo curso de agua cuya anchura oscila, según el tramo, entre los 11 y los 22 metros, mientras que la profundidad pivota entre los dos y los tres metros. Esta maravilla inspiró una marcha cicloturista con vocación de convertirse en una suerte de Roubaix Castellana por el empleo de tramos de firme sin pavimentar, aunque sin adoquines, en los caminos de sirga paralelos al canal. ¡Qué gran sueño tuvistéis, Víctor, Carmelo y tanto otros! Hoy en día se organiza, por empeño político, una especie de sucedáneo, aunque nada menos que de 163 kilómetros.
Calahorra de Ribas. Monolito e instalaciones del Canal en las cercanías de la población palentina de Ribas de Campos. En esta esclusa, en esta zona, fue donde comenzaron los trabajos de construcción de esta ambiciosa infraestructura, lo que convierte estos entornos en suelo palentino uno de sus puntos más emblemáticos. El río Carrión está cercano, de él bebe y a él le usa. Ahora no deja de ser un canal de riego más, aunque sin duda con muchísimo pedigrí, pero llegó a demostrar sus bondades durante algunos años. Europa descubría el ferrocarril, pero aquí ultimábamos un sueño ilustrado... Y es que cada barcaza de las que remontaban las aguas, tiradas por las mulas desde los márgenes, esos caminos de sirga, podría transportar la carga equivalente a las de una veintena de carromatos.
En esta inscripción existente en el monolito de Calahorra de Ribas de explica quién era quién cuando comenzaron los trabajos del Canal de Castilla. Nos movemos hasta 1753 y no veremos finalizado el llamado Canal del Norte, con final en Alar del Rey, hasta 1791.
Esclusa de Calahorra de Ribas.
Una vieja construcción en estado de ruina junto a la esclusa de Calahorra de Ribas. Le suponemos viejos usos relacionados con la infraestructura.
De acuerdo con la numeración del Canal, la triple esclusa de Calahorra de Ribas ostenta las esclusas 22, 23 y 24. Es una de las más estéticas. Javier Prieto, en su fantástico blog Siempre de paso, recuerda: "Gaspar Melchor de Jovellanos dijo de ellas, cuando visitó las obras en 1791, que estas tres esclusas unidas eran “las más altas y mejores de todas”. A mí también me parecen las más hermosas. Y las que encierran un mayor simbolismo".
Canal de Castilla. Puente de piedra sobre las aguas del Canal. El proyectazo, que su larga labor de construcción y sus pocos años de esplendor les debe una importancia fugaz, no llegó a ser completado del todo en tanto en cuanto también se había previsto un cuarto ramal que debía llegar hasta tierras segovianas. El anhelo de comunicar por esta vía Segovia y Reinosa, antesala de Santander, el puerto de Castilla.
Esclusa de Calahorra de Ribas. Una imagen del entorno desde las cercanías de un edificio medio en ruinas contemplado anteriormente.
Esclusa de Calahorra de Ribas. Elementos vinculados con el control de las aguas, seguramente más vinculados a la Confederación Hidrográfica del Duero que al vetusto Canal de Castilla.
Canal de Castilla. La mediática esclusa de Calahorra de Ribas. Curiosamente entre ésta y Alar del Rey se concentran el mayor número de esclusas (24) y también el mayor desnivel a salvar (unos 100 metros). La particularidad de la aquí presente es que es la antesala de la unión del Canal con el río Carrión. Un cruce de caminos en toda regla.
Canal de Castilla. Viejo edificio en ruinas junto a uno de los saltos de la esclusa de Calahorra de Ribas. Durante dos décadas entre la mitad del siglo XIX y el inicio de su último tercio, nos movemos más o menos entre 1850 y 1870, asistimos a los mejores años del Canal, con tráfico fluido y hasta 400 embarcaciones en activo transportando mercancias.
Esclusa de Calahorra de Ribas. Detalle.
Esclusa de Calahorra de Ribas.
Canal de Castilla. Va de puentes.
Unos visitantes disfrutan de las vistas y el frescor de la esclusa de Calahorra de Ribas en una de las estructuras metálicas ubicadas sobre las viejas "puertas para el control de las aguas" fuera de servicio.
Nos sorprende mucho que la vegetación circundante fuera cosa de los ingenieros que dirigieron los trabajos de construcción del Canal.
Esclusa de Calahorra de Ribas. Vistas del entorno desde uno de sus márgenes.
Esclusa de Calahorra de Ribas... el caer frenético del agua provoca un agradable y relajante sonido del que uno una se cansa. Un refrescante baño para el sentido auditivo o, por qué no, el alma.
**********
Canal de Castilla. En El Serrón el Canal del Norte se bifurca en dos: uno que sigue su bajada hacia Valladolid y otro que gira en dirección hacia la Tierra de Campos. Estamos en el Ramal de Campos. Puente, llamado de San Juan, sobre el mismo en localidad palentina de Becerril de Campos, otra de esas poblaciones que ya han aparecido en este blog. Es la segunda población junto a la que atraviesa la infrastructura desde esa bifurcación.
Canal de Castilla. Estamos en el llamado ramal de Campos, que quería fomentar el comercio interior al uso de los Países Bajos y Flandes. Por aquí, empero, ya no se navega desde 1959 y esta gran infraestructura hidráulica, que tardó más de 100 años en acabarse por diversas cuestiones, quedó convertida en un simple canal de riego. Y grande. Su existencia, así como la de un par de lagunas cercanas y otro tramo del Canal de Castilla, han auspciado el comercial y periodístico renombre de "Venecia de Campos".
Nada menos que son 78 los kilómetros del llamado Ramal de Campos, entre Calahorra de Ribas y la dársena de Medina de Rioseco. Aquí, otra vista del Puente de San Juan en Becerril de Campos.
[junio de 2012]