Bocadillos patrimonio de la humanidad en Guadarrama - Todo el año


Lo mismo que Jaén es el reino del olivar, Doñana, el del lince ibérico o Asturias y Cantabria, el del oso pardo en la Península Ibérica, pues lo mismo, lo mismito, resulta el Romantic de Guadarrama para hablar del título de “capital de los bocatas”. Es cierto, no obstante, que este país que nunca se acaba esconde muchos, muchísimo, lugares que deberían ser considerados templos del tapeo. Cocinas excelsas, de presentación artesana y mobiliario modesto. Nada de lujosos restaurantes elitistas en los que tienes que pedir cita con varios años de antelación. En Guadarrama, al ladito de Madrid y de camino hacia Castilla y León, emerge el Romantic, uno de esos establecimientos que para el estómago resulta altar, aún cuando su nombre, bien es cierto, puede sonar a lupanar. Su grandeza está en el tamaño de los susodichos bocatas y tuvimos la suerte de comprobarlo después de una buena y exigente ruta con la bicicleta de carretera. Famosos en todo el lado madrileño de la Sierra, los lugaremos de otros pueblos vecinos no dudan en hacer una visita periódica al Romantic desde hace décadas.

Porque en la bici, qué cosas, no todo acaba en la bici; después de una buena ruta no hay nada como un refrigerio en el que comentar apuntes históricos o geográficos de los paisajes que se acaban de atravesar; o, simplemente, intercambiar futuros planes de nuevas rutas. Esto es impepinable. Si una de esas quedadas tiene lugar en la Sierra de Madrid, y si aceptáis la sugerencia, poned el kilómetro cero en Guadarrama. Así podréis disfrutar de un post-ruta de alto copete: el Bar Romantic, el rey de los bocadillos. El resumen es rápido y directo: los bocatas más grandes, los más deliciosos y ciertamente muy muy económicos, por debajo de los tres euros desde la última que anduvimos por allí. No nos pagan ni un duro por decir esto, ni tampoco nos han invitado; simplemente hablan esos bocatazos con pan de “pistola” por sí mismos. Tampoco innovamos o descubrimos nada: antes que estas líneas, ya hubo otras. Con estos lugares suele pasar que se “heredan” de amigos a amigos; conmigo pasó igual (gracias, BuruM).

¿Dónde cae? Está ubicado en la calle Marqués De Santillana número 15. Si vas en dirección al Puerto de los Leones por el casco urbano, tienes que coger a la derecha el cruce que hay con la carretera de El Escorial. Su exterior es inconfundible. Su interior, coqueto, poco dado a los lujos. Un bar de otro tiempo en estos presentes. Y un apunte, aviso para navegantes: los montados de este bar son como los bocatas del resto. La bici no tiene por qué ser el fin del viaje. También hay variadas y entretenidas rutas de pateo por el Monte de La Jarosa y la ribera del embalse homónimo. Y sin queda alguna duda... pues tienen un teléfono que es el 91 854 38 74. En la calle Marqués de Santillana número 15. Incrustrado entre bloques de pisos de alturas comedidas. Bar Romantic. La casa de los bocadillos. Un sitio único.

Guadarrama, ubicación geográfica de esta urbe en la que se encuentra el Bar Romantic y en la que podremos disfrutar de rutas senderistas muy agradables por el entorno de los Pinares de La Jarosa. [Mapas Via Michelín]

Bar Romantic, en el número 15 de la calle Marqués de Santilla de Guadarrama. La casa del bocadillo. Y tanto. Esta calle, sirva como referencia, realmente forma parte de la travesía por Guadarrama de la carretera que une Navacerrada y El Escorial. El aparcamiento no está fácil en los alrededores.

Bar Romantic. Exteriores. El local, la verdad, es inconfundible.

El interior del Bar Romantic. La proclama de su lema es tan solemne como cierta: La casa de los bocadillos. Un interior no muy espacioso. Pero donde cualquier hueco siempre se agradece.

Efecto plastificado en el que se aprecia el particular mobiliario del Romantic: mesas de dos alturas ideales para juegos de mesa y partidas de cartas... con el mus al poder, claro.

Las sillas del Romantic, con pedigrí y denominación de origen.

Interior del Romantic. A la izquierda, la salida. A la derecha, la barra. ¿Y para qué más? Eso sí, la terracita exterior tiene unas dimensiones majas para cuando el tiempo acompaña... aunque estamos a los pies de la Sierra de Guadarrama.

Inquilinos temporales del Romantic a la espera de su comanda. En la carta del Romantic cuentan con hasta 33 propuestas que se pueden pedir como bocadillo o como montado. Y se piden según el número que ostentan. Es decir: "Ponme un número 10". Y esas cosas...

Los bocatas del Romantic. Al frente, lomo a la plancha con queso fundido, tomate natural y mahonesa. A la izquierda, chorizo frito y queso mancheco. A la derecha, bonito en aceite, pimiento rojo y mahonesa. Un 7, un 16 y un 19. El del fondo, no había llegado... El precio medio, y hasta estándar: 4,50 euros bocadillo y 3,30 montado.

Parroquianos viendo un partido del Atlético de Madrid. Debajo, una máquina de tabajo de las viejas, viejas. Todo un vestigio de la historia de la hostelería.



Las mesas tienen peligro, sí. Por eso los horarios de partidas están regulados de 19.00 a 21.00 horas de lunes a viernes. "Fines y festivos no hay partidas", añade un cartel al otro cartel.

Con el bocata siempre llega su respectivo cuchillo para poder hacer más asequible la ingesta.


Los bocatas. Tienen buena pinta, ¿verdad?


En esta imagen se puede comparar el pleno esplendor de estos monumentos gastronómicos


Un buen plano "aérero" para apreciar las dimensiones.