San Juan de Duero, en Soria (octubre de 2005)



Allí donde el río Duero apenas acumula en el zurrón unas pocas decenas de su recorrido milenario hacia el océano Atlántico, ya en suelo portugués, las aguas del cauce moldean una suave curva con la que rodean el casco urbano de Soria. En la margen izquierda, al otro lado de una creciente ciudad que hoy en día está más cerca de nuestro destino que en el pasado, encontramos el conjunto monástico de San Juan de Duero, donde se escucha el silencio y el susurro de las hojas, mecidas por la siempre fresca brisa, crean una medioambiental banda sonora ideal para un pago propiedad de las ánimas. Porque las ánimas, quizá herencia de tiempos prehistóricos de miedos y supersticiones, están muy presentes en el camino a San Juan de Duero, todo un monumento nacional desde 1982 en el que hubo reacción a tiempo para evitar una degradación mayor. Paseo de las ánimas, dicen algunos mapas que se llama el trazado que debemos tomar pasado el puente. Camino del Monte de las Ánimas, dicen otros de influencias muchos más bequerianas. Y es que el genial literato romántico, en su inspiración, bebió de las leyendas sorianas para construir una de sus composiciones más célebres. En todo caso, ya nos fiemos del “paseo” ya del “camino”, nuestros pies nos conducirán al vetusto y sencillo recinto de lo que otrora fue un majestuoso monasterio, pero que ha llegado parcialmente a nuestros tiempos y nos ha permitido conocer su particular claustro de múltiples influencias. Románico en una parte, aires góticos en otras; incluso interpretaciones a la luz de la doctrina cristiana de estructuras de innegable recuerdo musulmán. Todo en el mismo claustro, ese tan ensalzado por los libros de historia del arte. Visto en primera persona no les falta razón.

El arte, como la vida misma, no permanece aséptico al contexto social de su tiempo. Y en el que el proyecto de San Juan cobró fuerza, cristianos y musulmanes convivían en la Península. Así lo testimonia la vieja piedra arenisca procedente de los campos del vecino Monte Valonsadero. Y así lo reflejaba un folleto turístico: "Trazas árabes interpretadas para la mística cristiana". Otra explicación puede encontrarse en los plazos de construcción: a medida que pasaba el tiempo, el proyecto original varíaba. Lo cierto es que, con el claustro enfrente, encontraremos su vertiente más románica hacia la izquierda, el lado donde se encuentra la iglesia; al contrario, hacia la derecha, veremos los arcos más innovadores. En todo caso, un gran compendio de diferentes estilos y cómo estos aplicaban determinadas soluciones a la hora de seguir adelante con las obras. Es más, la Reconquista fue la culpable de que una modesta y sencilla iglesias del siglo XII acabara evolucionando hasta un monasterio cuya construcción fue impulsada por la orden de los Hospitalarios de San Juan en un momento en el que se fomentaba una intensa actividad repobladora. La Historia y sus devenires no le han tratado excesivamente bien, pero al menos es factible comprobar in situ la rareza de su variedad de arcos y sus esquinas achaflanadas, dos detalles que le convierten en un claustro único.

San Juan de Duero no sólo es una construcción pionera en su particular combinación de estilos, sino en el fomento de su conocimiento mundial. Este rincón del país que nunca se acaba puede ser visitado desde el ordenador gracias al desarrollo de la industria del videojuego, en la que se inspira un moderno programa que permite interesantes recorridos virtuales. Allí mismo podrán encontrarse datos más históricos y artísticos y nuevas fotografías tanto del recinto como también de la iglesia adjunta, sin testimonio gráfico en esta entrada. Y, por supuesto, habrá un futuro retorno a Soria para abordar otros bellos rincones que merecen ser divulgados.

San Juan de Duero se encuentra en las cercanías de Soria, junto al río Duero. [Mapas ViaMichelin]


El puente sobre el Duero.


El Duero, a su paso por Soria. San Juan de Duero, tapado por los árboles de la ribera, a la derecha.


Entrada al claustro de San Juan de Duero; se intuye algunos arcos a través de la puerta abierta.


Al fondo, hacia la derecha, arcos de influencia góticas (véase ese incipiente arco ojival). En primer plano, arcos de aires musulmanes. Al del centro le falta la columna y protagoniza muchas fotos con una persona jugando con la pespectiva de ser ella el arco en cuestión.


Capiteles labrados con motivos faunístico y vegetales.




Capiteles que representan animales mitológicos con cuerpo de ave. Posiblemente, arpías.


Entrelazados arabéscos en el claustro de San Juan de Duero.




Vistas. Al fondo una mujer hace de improvisada columna.


Sector más románico (izda) y sector más "gótico".


Vistas.

Vídeo subido a Youtube por joseluismartnez:



Vistas (2). El claustro, que junto a la pequeña iglesia es lo único que se ha conservado del recinto original, es el gran referente de este espectacular monumento.


Vistas (3).