Un café con vistas desde la cima del Puerto del Pico (junio de 2009)



No es el más alto, pero desde luego, por vistas, sí que es uno de los más espectaculares de todo el Sistema Central. O quizá todas las montañas de esta vieja y cansada piel de toro. Nos referimos al abulense Puerto del Pico, un paso montañoso natural empleado desde la antigüedad, como bien atestigua la recuperada calzada romana que juguetea con la carretera que asciende desde el pueblo de Cuevas del Valle.

No es el más alto, decíamos, pues el Puerto del Pico se corona a 1.352 metros, pero desde su cima, la misma que testimonialmente puede implicar el punto de inflexión entre dos mesetas, pueden disfrutarse unas grandiosas vistas sobre el valle de las Cinco Villas, una comarca de gran valor histórico, cultural, gastronómico, paisajístico,... Vamos, un paraíso. Y esa contemplación meditativa, por qué no, podemos hacerla desde la terraza del Bar Restaurante Puerto del Pico, que se eleva unos metros más arriba de la plataforma de una reformada carretera que, en esta zona, aún cuenta con un par de hitos que miden la distancia en leguas.

Por un precio normal, nada desorbitado, un café bien caliente (también ofertan caldo, tan típico en lamontaña) es el mejor aliado para sentarse en la terraza de este bar restaurante (nos han hablado muy bien de su cocina). El viento es un inquilino habitual de la verdosa cima de El Pico y un par de minutos a la sombra (en el caso de que el tiempo sea benigno) bastan para destemplar al más fuerte. Estamos en una montaña, no hay que olvidarlo aunque aparentemente pueda parecer domesticada. Es una percepción errónea.

El tráfico, sin ser abundante, es intenso en función de la hora; no en vano nos encontramos en una carretera nacional (la N-502). Pero la ruta de El Pico es asumible para aquellos amantes de la bicicleta que hayan soñado alguna vez con ascenderlo a base de gemelos. Es todo un primera categoría, pero los generosos bosques y esa calzada romana vira una y otra vez en la ladera hacen el esfuerzo mucho más llevadero.

Desde la cima de El Pico, donde hay un par de zonas habilitadas para dejar vehículos (no sabemos si están preparadas por la Diputación de Avila o por quién), parten varias rutas de senderismo de diferentes niveles. Por eso, no es raro encontrarse un fin de semana de tiempo amable con familias que disfrutan de paseos por alguna pradera próxima o, sencillamente, paran a comerse una merienda tumbados en la hierba.

La del Bar Restaurante El Pico no es la única vista privilegiada, ni mucho menos. Unos pocos metros más abajo, un mirador nos ofrece una inolvidable perspectiva sobre los pueblecitos del valle, la sinuosa carretera, los bosques y la calzada romana. Y enfrente, si cruzamos con cuidado la nacional N-502, una fuente ofrece un agua fresquísima. No son pocos los que paran para llenar botellas y garrafas con este líquido elemento tan puro y delicioso.


Puerto del Pico. Mapa de ubicación. Un paso histórico entre el Sistema Central entre las tierras de La Mancha y la Meseta.



Una vista de la calzada romana "zig-zagueando" hacia la cima.


Otra perspectiva del paisaje anterior.



Un par de paseantes por la calzada romana de El Pico.



Entrada al Bar Restaurante Puerto del Pico.


Cima del Puerto del Pico.


Un hito en leguas cerca de la cima del Puerto del Pico.


Una foto de los paisajes que rodean al Bar Restaurante Puerto del Pico.


La carretera, revirada, gana altura desde el valle.


Otra vista de la calzada romana desde uno de los miradores de El Pico; espectacular balcón sobre las Cinco Villas.


Pico del Torozo, montaña mítica del Sistema Central con más de 2.000 metros.


Vistas desde la entrada al Bar Restaurante.


Vistas desde la terraza del restaurante.


Unos turistas paran junto a la fuente de la cima del Puerto de El Pico.


Una imagen de la carretera que remonta al puerto.