Tramacastilla de Tena (junio de 2008)



Las posibilidades de la nieve, capitalizadas en la zona por las estaciones de esquí de Panticosa, La Partacua y Formigal, han estimulado el desarrollo de muchos pequeños núcleos urbanos de la comarca oscense del Alto Gállego y de su valle estrella, el de Tena. Todo un sector servicios que ha ido creciendo paralelamente a como lo hacía el propio turismo invernal, el de las semanas blancas escolares, snowboarder y demás experiencias. Alquileres de material, restaurantes y negocios relacionados con la restauración y una amplia gama de alojamientos han tomado estos pueblos y, cosa positiva, han permitido recuperar edificios que en otras circunstancias, por culpa de la despoblación, estaban condenados al abandono. Aunque otra cosa es frenar la caída de sus censos...

Pero la puesta en marcha de actividades específicas para el verano, todo cabe bajo esa etiqueta de “turismo de aventura”, les ha permitido, también, huir de una dependencia total y absoluta de la nieve. Primero porque, con este fenómeno del cambio climático tan complejo, nunca nieva a gusto de todos. Segundo, porque la nieve no dura todo el año. Tercero, porque ese patrimonio de la naturaleza que son las montañas también puede disfrutarse en verano gracias al senderismo, la bicicleta todo terreno (BTT) o, allá donde sea posible, el turismo termal. Y estamos, todo sea dicho, en una de las cunas de la escalada en nuestro país. La oferta de picos y niveles es sencillamente espectacular. En el caso del Alto Gállego, una marcha cicloturista, la Quebrantahuesos, revoluciona tanto esta comarca como otras vecinas. Aunque la salida está en Sabiñánigo, capital comarcal, todos los pueblos cercanos se benefician de la oleada de participantes, acompañados bien por la familia o bien por otros cicloturistas, que buscan un cómodo alojamiento en el que velar armas. Uno de esos pueblos que se benefician, año tras año, del poder de convocatoria de esta marcha es Tramacastilla de Tena. Y uno de esos establecimientos, los ocho rehabilitados apartamentos de Casa Codallos (Teléfono: 627 506135). Aquí escribe la experiencia propia.

Perteneciente a Sallent de Gállego, Tramacastilla es uno de los seis pueblos que integraban el Quiñón de la Partacua (división administrativa empleada en los siglos XVI y XVII). Para llegar a sus empinadas calles es necesario abandonar la carretera general (la N-260) que, desde Sabiñánigo y Biescas, remonta el valle para llegar a Francia a través del Puerto del Portalet (1.790 metros). A la altura de las sorprendentemente turquesas aguas del embalse de Búbal, que queda a nuestra derecha, deberemos seguir la indicación que aparece la izquierda. Una carretera sinuosa de fuertes pendientes, la HU-V-6101, salva el desnivel en pocos kilómetros y alguna que otra curva de herradura para dejarnos a los 1.224 metros de altitud en los que se encuentra este núcleo urbano, un excelente mirador sobre las montañas vecinas. La tranquilidad reina en un coqueto casco urbano bastante homogéneo, con casas de piedra, madera y chimeneas (hoy más bien potentes calefacciones) listas para soportar los rigores del invierno. Unas más modernas, otras no tanto. Pero todas, como preparadas para una postal, seductoras, enclavadas en un paisaje único de praderas y bosques de robles y pinos escoltados por algunas de las cumbres más señoriales de los Pirineos. Durante todo el año, nos comentaron, el pueblo es destino culinario, ya que las cocinas de sus restaurantes son famosas por su calidad y por su precio. Podemos dar fe, al menos, del Mesón Casa Lavedán (Teléfono 974 48 71 60), situado a las afueras, en la carretera que une Tramacastilla con el vecino Sardiniés: no muy caro y de platos exquisitos. Pero ante todo, y sobre todo, son sus montañas las que hacen grande este pequeño rincón de este trocito de los Pirineos. Aunque impresionan cuando están nevadas, en verano también imponen... y no dejan de perder el manto blanco en algún que otro punto. Ver, a lo lejos, las crestas de la Sierra de Partacua; contemplar la Tendeñera... Son instantáneas que, regadas una gratificante mezcla de brisa y picantes rayos solares, resultan complicadas de olvidar.

Tramacastilla de Tena. Ubicación geográfica. Este pequeño pueblo de menos de 200 habitantes en el corazón de los Pirineos se encuentra más cerca de la frontera con Francia que de Huesca capital.



Calle principal de Tramacastilla de Tena, prácticamente en las afuera del pueblo, dirección a Sardiniés y Escarrilla.


Continuación de la fotografía anterior: todo recto llegamos a Sardiniés por una revirada carretera de montaña.


Preciosas vistas sobre la cercana Sierra de la Partacua.


El Pico Tendeñera, 2.853 metros de montaña.


La "plaza" principal de Tramacastilla de Tena, con la Sierra de Partacua al fondo. En ella daremos con la fresca fuente que aparece en la cabecera de este blog. ¡Eso sí que es agua mineral!


Vistas sobre los casi tres mil metros del Pico Tendeñera.


Vistas desde nuestro apartamento en Casa Codallos: una vieja construcción está siendo rehabilitada y su tejado está en obras.


Pequeña calle peatonal con un arco incluido.


Posadito para la posteridad con una hermosa montaña al fondo.


Magnífico vídeo de mikirr sobre "la ronda". Se trata de una fiesta antiquísima que, aderezada por la música y las coreografías del "paloteao", consiste en ir de casa en casa bebiendo y comiendo.