Isla Canela, días de playa en la A Raia en un enclave tranquilo y no falto de atractivo


Isla Canela, rincón costero de la provincia de Huelva, en las cercanías de Ayamonte y muy próximo por tanto a la frontera con Portugal que aquí queda marcada por el río Guadiana. Ésta también es 'A raia', menos sólida eso sí. Hace muchísimos años, o quizás no tantos desde una perspectiva geológica, donde acostumbran a trabajar con procesos de miles o millones de los mismos, toda esta zona era territorio oceánico. La Torre Canela (o Torre de Canelas), en el marco de las infraestructuras de vigilancia antipiratería que se levantaron durante los tiempos de Felipe II, se encontraba en las cercanías costeras. Y hoy en día, como podemos comprobar, ya no es así, sino que se encuentra en medio del campo... Hasta al lado de una carretera que conecta Ayamonte con Punta del Moral. Sucedió que la barra sedimentaria del río Guadiana se desplazó y aumentó la línea de playa, en parte por la influencia del tremendo terremoto de Lisboa de finales del XVIII. De aquellos tiempos próximos al agua de mar aún queda todo un repertorio de esteros, caños, canales y terrenos inundables, cuando no marismas, que juegan al compás de las mareas. Un repertorio que, nunca hay que perder esta perspectiva, vive algo amenazado por la presión urbanística tanto de las nuevas construcciones como de los ajetreos derivados de las existentes. Isla Canela cuenta con varias urbanizaciones repartidas en su superficie, alguna incluso dotada de campo de golf, pero aquí nos centramos en la más, digamos, "tradicional". Llegarían los tiempos de las urbanizaciones costeras y el turismo playero, tiempos en los que esta franja de litoral comenzó a emerger, a ganar en notoriedad y a brillar con luz propia en los años setenta y en los años ochenta, sobre todo entre las latitudes sevillanas y extremeñas. Fue considerada en su momento, no en vano, un centro de interés turístico nacional. La llegada de Joaquín Caparrós al banquillo del Athletic Club de Bilbao trajo varias pretemporadas de la escuadra vizcaína a estos lares, lo que se dejó notar también en una posterior asistencia vacacional de vascos a este rinconcito que aún hoy sigue. Existe una parte más animada, la que correspondería a Punta del Moral y el entorno de su marina, en el otro extremo de la "isla", y otra más tranquila, más familiar, menos urbanizada o urbanizada no tan mastodónticamente, pues prácticamente hablamos de una primera línea de playa en muchos tramos, que es el que nos ocupa. Éste es un enclave ideal para vacaciones con niños, donde la acción de las mareas genera pequeñas lagunillas en el arenal ideales para los juegos estivales de los más pequeños. [Mapas VíaMichelín]
















































[agosto de 2017]