Vistas desde el puentón de Cangas de Onís


Cangas de Onís. Ubicación geográfica [Mapas VíaMichelín] de esta población que cada año acoge una de las marchas cicloturistas más afamadas de España, la que sube a los Lagos de Covadonga y que nos convocó en una de sus ediciones. Seleccionar un único rincón de Asturias como el más representativo de todo el Principado es una tarea no sólo ardua, sino inútil por la riqueza de candidatos. Y el motivo para esta afirmación no es otro que refrendar el lema con el que se exporta de cara al exterior: Asturias, paraíso natural. Sus montañas, sus valles, sus pueblos, sus monumentos, sus costas, sus panorámicas, sus costumbres… El bagaje de recuerdos es pesado para el viajero que puede disfrutar de Asturias. Tan pesado y delicioso como un buen plato caliente de fabes.

En Avín, población cercana a Cangas se encuentra este magnífico albergue de simpatiquísimos gestores que ya ha cumplido nada menos que 25 años desde su apertura: la Casa de la Montaña. A unos 15 kilómetros de ruta hasta la citada Cangas de Onís.

Casa de la Montaña. Decoración interior.

Casa de la Montaña. Decoración interior.

Casa de la Montaña. Decoración interior.

Casa Morán, en Benia de Onís, de camino entre Avín y Cangas, un buen sitio para degustar comida casera de aires familiares y materias primas magníficas. Algunos recortes de prensa en las paredes nos recuerdan que a la dueña, Rosita Morán, le dieron la medalla de oro del Mérito al Trabajo. En Casa Morán siempre hay coches aparcados y es todo un reclamo dentro de los Picos de Europa... y subsidiariamente para Benia, claro.


Casa Morán. Vistas de los alrededores.

Casa Morán. Vistas de los alrededores.


Cangas de Onís. Barrio del Contranquil.


Cangas de Onís. Barrio del Contranquil.


Cangas de Onís. Barrio del Contranquil.


Cangas de Onís. Mires donde mires... montañitas. Barrio del Contranquil.


Avenida Contranquil, a la altura del pabellón polideportivo que año tras año acoge el centro logístico de la Marcha Lagos de Covadonga que organzia la Sociedad Cicloturista Navastur.


Parte trasera de la ermita de Santa Cruz. También ubicada junto a la avenida Contraquil, muy cerca de Villa María, una pequeña ermita, la de Santa Cruz, hunde sus raíces en el siglo VII y coge su nombre de una leyenda: la de la cruz de roble que portó Pelayo en su primera batalla, posterior cruz de la victoria que fue guardada en su interior. Se defiende que ésta pequeña ermita, que se ha sometido a varias reformas obligadas en las centurias siguientes (guerras, invasiones,...) es el primer templo cristiano que se construyó tras la invasión árabe a la península. En su interior "esconde" un dólmen.


Villa María o Chalet de Ángel García. Un buen ejemplo de estas conocidas casa de indianos es Villa María, el chalet de Ángel García, situado en el denominado barrio del Contranquil.


Río Güeña, afluente del Sella poco metros después.


Río Güeña. Desde luego, la zona de Cangas de Onís es riquísima en aguas.

Curioso y llamativo nombre para un negocio hostelero...


Cuidado jardín en el paseo fluvial, junto al río Güeña y paralelo (tras edificios de viviendas) a la avenida de Covadonga.


Vista de los puentes desde el lugar donde se unen el Sella y el Güena.


El Sella, río celebre por su Descenso Internacional en piragüa que tiene lugar cada mes de agosto, desde 1930, entre Arriondas y Ribadesella sobre unos 15 kilómetros. Río salmonero célebre, además.


Cangas de Onís.

Pues eso...


Las montañas que rodean Cangas y Parres. Todo verdor.


Como nos aportaba el lector Francisco Miranda (muchas gracias por el matiz), la orilla izquierda del Sella no pertenece al municipio de Cangas de Onís, sino al de Parres. El Puentón, por tanto, salva unas aguas y unos unos municipios. Aquí, calles del municipio vecino de Parres.


El puentón. Una de esas imágenes que rondan lo mítico y se repiten en carteles, postales y anuncios promocionales es la de esa joya de puente que, en tres arcos, salva las aguas del impetuoso río Sella a la altura de Cangas de Onís. Un puente bello que hace las veces de excelente mirador sobre el entorno gracias a esas pendientes que convergen en lo más alto del arco central. En una vertiente, un punto privilegiado para contemplar las embelesadas miradas de aquellos que, en el vecino y moderno puente que simultanea su función con la de ser parte de la avenida de Covadonga, fotografían y degustan su plenitud. Un alto para ganar perspectiva sobre los alrededores y sobre el propio casco urbano. Una atalaya magnífica sobre las aguas, los bosques de las orillas y los montes vecinos.


Resulta curioso cómo a este monumento nacional, al que le llaman popularmente el puentón, se le considera romano cuando realmente es medieval y tiene algún pequeño arreglo posterior. Quizá tal etiqueta encuentre respuesta en alguna obra anterior que fue remozada parcial o totalmente en los tiempos de Alfonso XI.


En todo caso, y como también se puede percibir en el centro histórico de Santiago de Compostela, la grandeza de este paso a dos aguas se realza cuando el cielo está nublado y esa tan caractestística lluvia intermitente, a ratos potentísima y a ratos casi imperceptible, nos acompaña. De su arco central, el más grande, cuelga una reproducción de la Cruz de la Victoria, una obra de arte religiosa cuyo original se custodia en la catedral de Oviedo y cuya génesis alimenta alguna que otra leyenda. De su trascendencia para los asturianos, baste con recordar que forma parte de la bandera autonómica. Cangas de Onís, pese a sus casi 7.000 habitantes, no deja de ser un pueblo.


Vistas desde su punto más alto. Hermosas y obligatorias.


El puente que salva el Sella y acoge en su seno la ruta de la AS-114 es el mejor lugar para captar fotográficamente el Puentón. Y en esas labores están estos visitantes...


El Sella baja bravo desde las montañas, escoltado por frondosas orillas arboladas.


Vistas desde el Puentón. Zona rocosa.


El Puentón, un constante "subebaja" de turistas, visitantes y curiosos. Esta vertiente desciende vertiginosa hacia la calle San Pelayo, aunque su primer tramo, peatonalizado y previo a la avenida de Castilla, es conocido en el callejero como calle Turista.


El Puentón. Vista con escorzo.


La estela conmemorativa de la capitalidad de Cangas de Onís del Reino de Asturias, ubicada junto al Puentón. Una ubicación como para que a nadie se le pase por alto...


Puentón, ojos laterales y/o aliviaderos.


Cangas de Onís. La plaza que circunvala la calle El Parque o plaza El Parque. Un pueblo grande, eso sí; y lleno de vida, con muchísima actividad de servicios enfocada al turismo. Se nota que los Lagos de Covadonga y los Picos de Europa están cerca y son un buen reclamo, como también el peso histórico de una zona donde los libros sitúan el inicio de la Reconquista, pero que también albergó la primera capital del Principado.


Cangas de Onís. Sumergirnos por sus calles nos permitirá descubrir fachadas tradicionales, saborear construcciones típicas y disfrutar parques excelentes. No encontraremos en este municipio, sin embargo, esa uniformidad arquitectónica tan típica de otros lares. Por el contrario, y ayudada por la distribución de sus habitantes en el núcleo principal y en otras pequeñas pedanías (hasta 11 parroquías componen el concejo), veremos casas bajas, edificios de varias alturas, casonas aisladas en las faldas de los vecinos montes y alguna que otra mansión pagada con las riquezas logradas gracias a la emigración.


Cangas de Onís. Contrastes callejeros.


El curioso y atípico triple campanario de Santa María, visto desde la calle del mercado que desemboca en la plaza del mismo nombre.


Palacio Pintu, en la plaza del Mercado. Actual delegación de Hacienda en el municipio y réplica del siglo XX de un edificio semejante del siglo XVII.


Fachada de Santa María, remozada iglesia levantada el siglo pasado (su fecha de construcción se remonta a 1963, quién lo diría desde la distancia) donde antes estuvo el ayuntamiento de Cangas y la casa de Vázquez de Mella. Seguimos en la plaza del Mercado.


Escultura a don Pelayo, en la plaza del Mercado, ante la iglesia de Santa María. Esta escultura urbana es una obra del asturiano Félix Alonso y fue esculpido en 1970.

Marcha Cicloturista Lagos de Covadonga. Pelotón de participantes en las inmediaciones de la salida, en la avenida Covadonga. En la zona, de hecho, la oferta hostelera es generosa y Cangas, en este sentido, no es una excepción. A lo largo de la avenida de Covadonga, la misma que esconde en su seno la carretera AS-114, podemos contemplar bares, restaurantes, tiendas de productos típicos y negocios que ofertan actividades de aventura... Incluso alguna inmobiliaria.

[Mayo de 2008]