Del balcón a La Alcarria que hicieron los vecinos en Valfermoso de Tajuña


En Valfermoso de Tajuña, antiguamente Valfermoso de las Sogas, no existe una plaza mayor al uso castellano, un gran recinto de tendencia cuadrangular y arcada en torno al que florecían establecimientos, mercados y relaciones personales. Todo el pueblo en sí es una plaza. Una plaza fuerte con menos de un centenar de habitantes. Y un balcón sobre la Alcarria, sólo accesible por una revirada ruta que asciende desde el valle labrado por el Tajuña y que hace las delicias de los ciclistas.
El balcón es obra de los lugareños, un regalo para todo aquel visitante que quiera disfrutar de las vistas. Una enorme ventana panorámica sobre unos quebrados paisajes alcarreños moldeados ampliamente por el río Tajuña en tiempos ajenos al ser humano. Superado un empinado trámite de tres mil metros, su esbelta Iglesia Parroquial, San Pedro Apóstol, del siglo XVI y los restos de su castillo nos reciben un pequeño recinto que hace las veces de esa plaza mayor de otros lares. Bajo sus esbeltos olmos hoy desaparecidos se reunían los vecinos, a su fuente (construída en 1957) acudían a coger agua y también en ella celebraban espectáculos taurinos en las Fiestas de San Fucito (último miércoles de agosto). De uno de sus laterales parte la calle Mayor, un tiralíneas de casas bajas y variadas fachadas entre las que se destaca, confesada por una serie de arcos, la del ayuntamiento.
A ambos lados, un entramado de calles conforma una suerte de cuadrícula bastante coherente dentro de la anárquica, pero también lógica, fisonomía de los callejeros rurales. Atravesar la Mayor nos deja en el balcón, en el Mirador del Peñasco. Poco antes, sin rótulos ni publicidad, el único y modesto bar del pueblo. Un negocio casi anónimo. El protagonismo absoluto, con permiso de una iglesia exteriormente muy hermosa y muy modesta en su interior, va para las vistas.
El Sitio del Rey, la Puente Vieja, Sorreguera, El Ejido, Gancho de la Romana, Las Sepulturas, Los Remolinos, Peña Ahumada, Malastardes, Valdemadera, Brihuega,… Estos topónimos representan, explicados un panel del espectáculo que tenemos delante, alguno de los puntos presentes ante nosotros. Estamos en la Alcarria, comarca bautizada con una expresión de origen árabe que viene a significar “terreno alto, raso y con poca hierba”, allí donde los valles fluviales, los páramos y los riscos se dan la mano.

Valfermoso de Tajuña, ubicación geográfica de esta pequeña población de la provincia de Guadalajara. [Mapas ViaMichelín]


Valfermoso de Tajuña, desde el valle.


Una vista desde el Mirador del Peñasco de la estrecha carretera que asciende al pueblo.


Ascendiendo a Valfermoso por una carretera que haría las delicias de los amantes a la bicicleta.


Valfermoso en el horizonte.


Iglesia de San Pedro Apóstol, un templo de unas sorprendentes grandes dimensiones.


Los accesos a San Pedro Apóstol.


Atípica ornamentación, una puerta que protege otra puerta, en la entrada principal a San Pedro Apóstol.


Uno de los aspectos más sorprendentes de este templo es el de sus dimensiones, realmente enormes teniendo en cuenta el núcleo de población.


Una vieja campana preside ahora un monumento en los exteriores de San Pedro.


Un tractor, aparcado en el espacio que, junto a la iglesia pero en las afueras del principal entramado urbano, hace las veces de plaza mayor.


San Frucito, patrón del pueblo, preside una fachada. Su festividad, a finales de agosto.


Calle de la Tertulia, un nombre que invita a pasear charlando tranquilamente, ¿no?


Atractiva fachada, pese a su discreto estado de conservación.


Un grupo de visitantes pasea por la calle Mayor. A la izquierda, las arcadas del ayuntamiento.


El ayuntamiento de Valfermoso, que también acoge otros servicios públicos (el hogar del pensionista, asociaciones culturales,...).


Bajo el ayuntamiento. Un bonito rincón.


Calle Salsipuedes. Dan ganas de no entrar, desde luego.


Éste es el único bar del pueblo y como puede comprobarse, discreto él, carece de toda cartelería.


El Mirador del Peñasco, la propuesta de los vecinos.


El amplio valle del Tajuña y la quebrada Alcarria. En director se intuye Brihuega en el horizonte.


El valle y su entorno, a ratos árido y a ratos fértil, en una mezcla de contrastes muy típica en estas frías (en invierno) pero también cálidas (ojo al verano) tierras alcarreñass.


Testimonio de una peña de fiestas locales pasadas.


Uno de los callejones que parten desde la calle Mayor y cuadriculan el núcleo urbano de Valfermoso.


Otra vista sobre la iglesia de San Pedro Apóstol, detrás de la cual se encuentran los restos del antiguo castillo del pueblo.




Bodegas en la ladera, a los pies del castillo.


El escudo de Valfermoso de Tajuña que preside la fachada del ayuntamiento.

[Enero de 2011]