Roncal


Roncal. Ubicación geográfica de esta población de poco más de 200 habitantes que le da nombre a todo un valle del Pirineo navarro compuesto por siete villas (otrora ocho). Territorio histórico, con unas profundas raíces y un gran sentimiento de pertenencia. La belleza de su entorno no encuentra palabras suficientes para describirla con precisión. Como es habitual en toda frontera, su territorio ha sido testigo de muchas pugnas, bélicas o casi; y densa ha sido su historia. En el valle de Roncal el euskera ha estado presente hasta el siglo XX a través del denominado roncalés. Un vistazo rápido a su topónimos es suficiente para confirmarlo. En este artículo de Patxi Mendiburu, "Mariano Mendigacha, el penúltimo uskaldun", se puede leer sobre la dinámica que vivió este dialecto hasta su desaparición; y lo mismo, acaso desde otro prisma, en "Esa lengua que se llevaron las golondrinas", de Karlos Zurutuza. "En 1992, con la muerte de doña Fidela Bernat, en Uztárroz, última persona que lo habló, desaparecía para siempre el elemento más identificativo del Valle de Roncal: el uskara", escribe Fernando Hualde. Perdido el roncalés, más allá de lo poco que se haya podido salvar, en los últimos años se han intensificado los esfuerzos para que el euskera batúa vuelva a tener presencia en la zona. [Mapas VíaMichelín].

El escudo de Roncal. Precioso escudo, añadimos. En uno de los cuatro campos aparece una cabeza sobre un puente, una representación de un episodio histórico según el cual una joven roncalesa le cortó la cabeza al rey musulmán Abderramán I en un lance bélico, la batalla de Ollate. Realmente no se trató de Abderramán I, en todo caso. Y el puente es el Yesa. El campo donde aparece el lebrel viene a significar "rapidez de acción", mientras que la presencia del castillo refleja "fortaleza". Recomendamos la lectura de este artículo en el blog La Kukula.

Roncal. Cartelería del GR-321, sendero de gran recorrido que bebe del antiguo Camino Real que atraviesa todo el valle de Roncal desde los tiempos de la dominación romana. Esta ruta pasa junto al Cementerio de Roncal, nuestra primera parada.

Roncal. El cementerio (hilerria / elizauri). Un camposanto donde descansan los restos de Julián Gayarre, inicialmente Julián Sebastián Gayarre, un tenor universal, conocido como 'voz de Ángel', en cuya historia profundizamos durante esta visita a la población. No podemos presumir de un profundo conocimiento de su vida hasta esta visita a Roncal, apenas alguna referencia cinematográfica de nombre semejante. Pero Julián Gayarre tuvo una dimensión tremenda. Una historia realmente apasionante de una personalidad que merecería muchísimo más conocimiento. Tremenda vida. Nacido en una humilde familia de pastores, currante en sus años mozos como herrero en Lumbier o como dependiente en una mercería de Pamplona, llegó a la música a través de Conrado García y del Orfeón de Pamplona y se ganó una beca para el Conservatorio de Madrid. Falleció el 2 de enero de 1890 como consecuencia de una bronconeumonía gripal y su cuerpo fue sepultado en el cementerio de Roncal el día 5.

Roncal. El mausoleo de Julián Gayarre, obra del valenciano Mariano Benlliure. El escultor trabajó en él entre 1891 y 1895 y acabó tan satisfecho con el resultado final que lo presentó en varias muestras artísticas nacionales en internacionales. En 1898 estuvo en una Bienal en el Palacio de Cristal del Retiro y en 1900 viajó hasta París, por señalar dos ejemplos de los que se hablan en un completo panel informativo ubicado en las cercanías del cementerio.

Mausoleo de Julián Gayarre, en el cementerio de Roncal. A comienzos del siglo XX, la reina regente María Cristina quiso que este Mausoleo se ubicara enfrente al Teatro Real de Madrid, un deseo que chocaba con las últimas voluntades del propio Julián Gayarre y de su familia.



Mausoleo de Julián Gayarre, ubicado en esta localización desde el verano de 1901. Desde 1996 es Bien de Interés Cultural para el Gobierno Foral de Navarra.

Roncal. Ésta es la placa que recuerda a Valentín Gayarre, sobrino de Julián (hijo de su hermano Ramón) y político, ubicada en las cercanías del cementerio. Valentín (1870-1938) fue un político que ejerció de diputado y de senador. Este conjunto es obra de Fructuoso Orduna y fue finalizado en 1953.

Roncal. Edificaciones del barrio del Castillo, en el margen derecho del río Esca.

Roncal. Los entornos del Camposanto donde se encuentra el Mausoleo de Julián Gayarre.

Roncal, en castellano; Erronkarri, en euskera. De los orígenes del nombre existen varias hipótesis que aquí están muy bien condensadas.

Roncal. Escuela primaria, unas instalaciones subvencionadas en su día por Julián Gayarre en cuya fachada encontraremos un par de placas conmemorativas. Una, de 1990, recuerda al mecenas de la obra. ("Cuántos aprendimos en este lugar a amar la razón, la bondad y la belleza de la vida"). Otra, sobrecogedora, con una parte en cinco idiomas, recoge el siguiente mensaje: "En recuerdo de los más de 1.000 prisioneros antifascistas encerrados en este edificio mientras abrían la pista hacia Vidángoz (1939-1949)". Zuen oroimena, gure askatasunerako bide ("Vuestra memoria, senda de nuestra libertad").

Roncal. Caminando hacia el pueblo desde el Cementerio. Acabamos de pasar junto al colegio, antes visto; a la derecha, delante, queda el polideportivo (cubierto) Julián Gayarre.

Roncal. Una preciosa vivienda, junto al denominado Paseo Julián Gayarre.

Roncal. Detalle de una hermosa fachada que se asoma al Paseo Julián Gayarre.

Roncal. La sede de la Junta General del Valle de Roncal, una institución clave en la vida del valle.

Roncal. Una casa de grandes dimensiones, en las cercanías del ayuntamiento.

Roncal. El frontón y el vecino espacio verde donde se encuentran algunos columpios para los más pequeños. A la derecha queda el cauce del río Esca.

Roncal. Los barrios del Castillo y de San Juan son los dos que se encuentran en la margen derecha del Esca. San Juan se extiende a la altura de la piscifactoria, mientras que el Castillo es el que contemplaremos aquí, desde el parque infantil junto al frontón donado en su día por Julián Gayarre.

Roncal. Casa Consistorial. Edificio muy atractivo que nos encontramos junto a la travesía de la NA-137, la principal arteria del valle.

Roncal. Callejeando por sus calles de piedra con rumbo hacia la iglesia de San Esteban, pero sin un itinerario fijo. No vamos a tardar mucho en disfrutar con la configuración de su casco urbano, con la estética de sus edificaciones y con el cuidado que se percibe, en general. En la margen izquierda del Esca, por donde andamos, se concentran los barrios de Arana, Iriartea e Iriondoa.

Roncal. Maravilloso.

Roncal. Hermosísmo entorno urbano.

Roncal. Caminamos, creemos, por el barrio de Iriondoa.



Roncal. Barrio de Iriondoa.Terracita muy agradable que, en este momento concreto, tenemos que rehúsar disfrutar debido a una tremenda tromba de agua. Estamos en los Pirineos.

Roncal. El acceso a una de las casa más señoriales del pueblo: la Casa Sanz-Orrio.

Roncal. En un instante se llega a una pintoresca plazuela, muy irregular y en la que en temporada alta no faltan los coches que buscan aparcamiento.

Roncal. La plazuela en cuestión en pleno barrio Irionda.

Roncal. Porta Zabalea (derecha), una edificación prototípica del estilo constructivo que se estilaba en el valle.

Roncal. Callejeando.

Roncal. La iglesia de San Esteban, referencia imperdible. Caminamos y el casco urbano nos sorprende con un pequeño vallezuelo en torno al arroyo Ibarra. Vamos a superar estas escaleras para profundizar en el barrio de Iriartea.

Roncal. Caminamos y el casco urbano nos sorprende con un pequeño vallezuelo en torno al arroyo Ibarra. Vamos a superar estas escaleras para profundizar en el barrio de Iriartea.

Roncal. Viviendas.

Roncal. Viviendas. Otra de las cosas más llamativas de un callejeo por sus rúas es la gran cantidad, y lo muy cuidadas que están, de flores que encontraremos engalanando muros, fachadas, ventanas e incluso suelos.

Roncal. Un rincón roncalés.

Roncal. Un rincón roncalés.

La población de Roncal, un reino para las flores.

Roncal. Firmes empedrados. Caminando por el barrio de Iriartea entre casas señoriales de mucha enjundia, con dinteles esculpidos y diversos elementos ornamentales.

Roncal. Detalle de una vivienda: Casa Gambra. En 1739 fue levantada.

Roncal. En este rincón del barrio, creemos, de Arana encontramos uno de los puntos más fotogénicos de todo el pueblo: en ligera pendiente, con el firme empedrado, se intuye al final la presencia de la iglesia de San Esteban, mientras que en un plano medio se encuentra la atípica y sorprendente Casa López.

Roncal. Casa López. Una vista de su puerta, entre dos de los barrotes de la balaustrada ubicada en su pórtico.

Roncal. Casa López. Otra vista de su puerta. Y nótese el techo de madera.

Roncal. La llamada Casa López es, con toda probabilidad, una de las casas solariegas más impactantes de todo el valle. Construida en el siglo XVIII, en 1777 está datada su inauguración, es una edificación sorprendente. Empezando por su escudo de grandes dimensiones, como capta perfectamente aquí Rufino Lasaosa.



Roncal. Contraste entre diferentes tipos de chimeneas.

Roncal. Callejeando cuesta arriba.

Roncal. La iglesia de San Esteban nos espera.

Roncal. Edificaciones.

Roncal. Ahora sí que con toda seguridad nos encontramos en el barrio de Iriartea. Aunque en el siguiente giro volveremos al de Arana.

Roncal. Últimos escalones para alcanzar la iglesia de San Esteban. El pórtico de este templo es un magnífico mirador sobre todo el entorno, como veremos.

Roncal. Una papelera vintage: Caja de Ahorros de Navarra.

Roncal. Cerca, prácticamente vecinas de San Esteban, se encuentra la Casa Parroquial; aunque realmente son dos.

Roncal. Iglesia de San Esteban.

Roncal. Iglesia de San Esteban. Es muy curioso su pórtico, acaso por esas bóvedas nervadas.

Roncal. En la puerta de San Esteban esta placa nos recuerda que estamos a 727,350 metros sobre el nivel del mar (en Alicante).

Roncal. El casco urbano. Hermosas vistas desde los accesos de San Esteban.

Roncal. El casco urbano. Hermosas vistas desde los accesos de San Esteban. Veremos algunas chimeneas muy peculiares, con varios ejemplos rematados por "espantabrujas". Algunas edificaciones tienen el tejado a dos aguas y otras, a cuatro: la razón fundamental, nos cuentan, era el poder adquisitivo. A más riqueza, más lados para su tejado. Curiosa forma para mostrar la posición social... en un entorno donde la lluvia es una habitual. La gran casa que cuenta con un tejado adicional es la Casa Sanz Orrio de la que antes vimos el acceso: esa especie de torre en otro tiempo era un campanario desde el que se avisaba a las reuniones de la junta del valle.

Roncal. Los barrios de Arana e Iriartea, también del Castillo, ante nuestros ojos en un entorno de tupidos bosques.

Roncal. Una particularidad de la iglesia de San Esteban es que su pórtico también sirve de paso entre zonas a través de este pequeño pasadizo que conecta con una callejuela.

Roncal. La callejuela que conecta con el pórtico de la iglesia de San Esteban.



Roncal. Detalle del suelo.

Roncal. Una niña juega en el acceso de la iglesia de San Esteban.

Roncal. Casco urbano. Barrio de Arana.



Roncal. La Casa López y todo su entorno, en una pequeña toma panorámica.

Roncal. Balcones de madera, en primer plano. Bosques densos en los montes cercanos, en segundo. La explotación maderera es una de las actividades que históricamente han sido muy importantes en todo este valle pirenaico.

Roncal. Curiosísimo relieve, ignoramos si de naturaleza heráldica, en el dintel de una casa solariega.

Roncal. Nótense las proporciones de esta gran casa. Un palacio, totalmente.

Roncal. Piscifactoria de Roncal. Es una de las diecisiete instalaciones de esta naturaleza existentes en el suelo autonómico, algunas privadas y otras públicas. En este caso, es una piscifactoria pública que trabaja fundamentalmente con la trucha común para repoblar los cauces. En las instalaciones de Roncal cuentan con un laboratorio ictiogénico que permite gestionar desoves.

Roncal. Piscifactoria de Roncal. Es una de las diecisiete instalaciones de esta naturaleza existentes en el suelo autonómico, algunas privadas y otras públicas. En este caso, es una piscifactoria pública que trabaja fundamentalmente con la trucha común para repoblar los cauces. En las instalaciones de Roncal cuentan con un laboratorio ictiogénico que permite gestionar desoves.

Roncal. Un pequeño salto de agua en el curso del río Esca, muy cerca del casco urbano roncalés y allí donde se encuentran las instalaciones de la piscifactoria del Gobierno de Navarra.

Roncal. El río Esca. A la derecha se percibe a la perfección el parque municipal y el frontón pagado por Julián Gayarre en 1887. "Julián Gayarre, a sus paisanos", reza un cartel.

Roncal. El río Esca.

[agosto de 2019]