Estremoz


Estremoz. Ubicación geográfica de esta preciosa población alentejana en la vieja ruta hacia Lisboa, muy valorada como punto turístico interior en La Raya. Estamos ante un importante núcleo militar, con guarniciones permanentes desde hace siglos, y económicos, con sus industrias del vino y del mármol (frecuente en toda la zona) al frente. Desde una perspectiva turística, Estremoz es una de las perlas de Portugal por su patrimonio, por su cuidado casco antiguo medieval (la Alcáçova), por su poso histórico, por su ubicación geográfica y por la riqueza del patrimonio de su alfoz. Y es que Estremoz no solo es Estremoz: de ella dependen varias freseguías más que elevan la población de todo el municipio a casi 15.000 habitantes.

Estremoz. Callejero municipal. El casco histórico, la zona que concentra más monumentos, la zona intramuros en suma, es conocido como la ciudad alta. La 'Alcaçoba' de Estremoz. Con cierta fama, y fáciles de encontrar en los establecimientos que venden recuerdos y regalos, cuentan los llamados Bonecos de Estremoz. Son figurillas de barro policromado, como si figuras de belén se tratasen pero que no sólo abordan temáticas religiosas. Incluso existen una ruta de artesanos de Bonecos.

Estremoz. Asentada sobre una colina en cuya cumbre se ubica el castillo de Santa Isabel con su espectacular torre del homenaje de marcado tono blanco, la villa de Estremoz se ubica junto a la carretera E90, la A-5 de España y la A-6 de Portugal; a 170 kilómetros de Lisboa y a 60 de Badajoz.

Estremoz. Una Torre del Homenaje que es geoestrategia pura. Muchos la conocen popularmente como la torre blanca por esa estética peculiar que le aporta el mármol.

Estremoz. Teatro Bernardim Ribeiro, en la avenida 25 de abril.

Estremoz. En la avenida homónima, aquí vista por su lado intramuros, Porta de Santo Antonio. Uno de los accesos del recinto abaluartado que se levantó siglos después de la vieja cerca medieval. Otros fueron las puertas de Évora, Santa Catarina y de los Currais. Durante la Guerra de la Restauración, Estremoz fue una de las poblaciones que se vio envuelta en los conflictos bélicos dada su proximidad a la frontera.

La Ciudad Alta de Estremoz, vista desde el estanque del Largo Gadanha. Una de las panorámicas más hermosas que regala esta población alentejana.

Estremoz. El estaque del Largo Gadanha.

Estremoz. Iglesia del convento de Sao Francisco, contemplada desde el interior del Jardim Principal. La gran particularidad de este templo es que forma parte de un acuartelamiento militar.

Vehículo blindado ligero Panhard Auverland AML-60, de fabricación francesa y en servicio en el ejército portugués entre los años 60 y los años 80. Este ejemplar se encuentra en los exteriores del cuartel del Regimiento de Caballería Número 3, con sede en Estremoz desde finales de siglo XIX, si bien antes desde su creación en Olivenza a comienzos del siglo XVIII bajo el nombre de Dragones de Olivença anduvo por Elvas, Castelo Branco, Torres Vedras y Vila Viçosa. Detrás, un cartel promocional del alistamiento al ejército lusitano.

Estremoz. En primer término, monumento conmemorativo a los soldados caídos en Mozambique y Angola durante la Primera Guerra Mundial, ubicado en la confluencia del Largo Dragoes de Olivenza y avenida 25 de abril. Detrás, la iglesia de San Francisco. Y más atrás aún, instalaciones militares actualmente todavía en uso, otrora del Regimiento de Cavallería Ligera Dragones de Olivenza (pues allí fue creado) y actualmente del Regimiento de Caballería Número 3.

Estremoz. Monumento a los caídos en África durante la Primera Guerra Mundial.

Estremoz. Monumento a los caídos en África durante la Primera Guerra Mundial e Iglesia de San Francisco.

Estremoz. Acceso al Café Alentejano por el Rossio Marquês de Pombal.

Igreja dos Congregados, esbeltísima iglesia de este convento del siglo XVII que hoy en día alberga un museo de arte sacro.

Igreja dos Congregados. Detalle de una de sus torres.

Estremoz. Una imagen de la ciudad alta desde el Rossio Marqués de Pombal.

Estremoz. Preciosa fachada la del Café Águias d’Ouro, un edificio levantado entre 1908 y 1909 que se encuentra en el Rossio Marqués de Pombal.

Estremoz. Preciosa fachada la del Café Águias d’Ouro, un edificio levantado entre 1908 y 1909 que se encuentra en el Rossio Marqués de Pombal.

Estremoz. Estética fachada recubierta de vistosos azulejos ubicada junto al Jardim Municipal, en el Largo General Graça.

Estremoz. En el Jardim Municipal encontraremos desde 1958 este homenaje de la población a la Cruz Roja, encarnado en la figura de su fundador, el suizo Henri Dunant.

Tortugas y peces residentes en el pequeño estanque ubicado en el Jardim Municipal de Estremoz. Un lugar de frescas sombras, ideales para combatir los rigores del verano alentejano.

Estremoz. La casa donde vivió José A. Lima allá por 1925, de estrecha presencia en esta confluencia entre las calles Santo André, 5 de octubre y Largo General Graça.

Estremoz. Jardim Municipal. Escultura dedica al tenor alentejano Tomaz Alcaide (1901-1967) natural de Estremoz. Este recuerdo escultórico se inauguró en 1987 en un pequeño espacio urbano en el Largo General Graça. El edificio que vemos detrás es la sede de la Fundación Alentejo donde se encuentra la Escola Profissional da Região Alentejo.

Estremoz. Estrecha rua 1º de Dezembro. El nombre de esta calle recuerda la fecha en la que Portugal recuperó su independencia después de la Guerra de la Restauración, extraño conflicto tras el cual fue entronizado como monarca Juan IV de Portugal.

Estremoz. Rua de Santo André. Detalle de un tejado: antenas y representaciones escultóricas angelicales.

Estremoz. Rua de Santo André. Café Alentejano. Concurrida terraza. Esta calle desemboca en la Praça Luís de Camões, donde se encuentran los juzgados y en cuyos entornos se ubican muchos bancos, bares, negocios de ultramarinos y hasta correos.

Estremoz. Travesía dos Malcozinhados.

Estremoz. Travesía dos Malcozinhados.

Estremoz. Uno de los edificios sitos en la Praça Luís de Camões.

Estremoz. Antiguo palacio dos Marqueses de Praia e Monforte, que en la actualidad sirve de espacio museístico. Se encuentra en la rua Vasco de Gama, allí donde esta calle desemboca en la Praça Luís de Camões.

Estremoz. Sucesión de espacios abiertos alimentados por la praça Luís de Camões y la rua 5 de Outubro.

Estremoz. Rua 5 de Outubro. Escultura a Santo André que viene a recordar el lugar donde, siglos atrás, desde 1725, se encontraba la iglesia del mismo nombre. El templo fue demolido en 1960.

Estremoz. Edificio que llamó nuestra atención en la calle 5 de Outubro...

... Por la presencia en su fachada de una heráldica que nos recuerdo mucho al Vaticano. ¿Acaso una antigua casa de obispo?

Estremoz. Regresamos al entorno del estanque Gadanha. En sus cercanías, la icónica Fonte das Bicas, antigua Fonte Redonda. Una joya del siglo XVI.

Estremoz. Pues sí, la Fonte das Bicas es una maravilla. Pero estos tesoros están tan accesibles, en espacios urbanos tan parte del día a día local, como es el caso de este Largo que nos ocupa, que sus entornos también sirven de aparcamiento... Aunque a veces es muy posible que encontremos señales que prohíben aquí el estacionamiento.

Estremoz. Calçadinha medieval en la rua Narciso Ribeiro.

Estremoz. Rua Narciso Ribeiro.

Estremoz. Rua Narciso Ribeiro.

Estremoz. Rua Narciso Ribeiro.

Estremoz. Escudo portugués en una fachada de la rua Narciso Ribeiro.

Estremoz. Escalinata que conecta, o eso parece, con la ciudad alta y que nace en la calle Alexandre Herculano. Hemos pasado por alto el Largo do Espíritu Santo, al que volvemos inmediatamente.

Estremoz. Ahí vemos el citado Largo y la rua Magalhães de Lima. Se aprecia como emergen las Torres da Couraça, otro de las antiguos accesos a la ciudad vieja (un acceso del siglo XIII, nada menos) hoy en día cerrado. Y a su lado, una gran puerta que parece pertenecer a una capilla.

Estremoz. Largo do Espíritu Santo. En el centro, la fuente homónima. Una parte de la población con mucho atractivo.

Estremoz. En el Largo de Espíritu Santo, en términos de callejero en esa calle llamada Magalhães de Lima que transcurre en su parte superior, se encuentra el Convento de Nossa Senhora da Consolação.



Estremoz. Convento de Nossa Senhora da Consolação. Detalle de la parte superior de su fachada.

Estremoz. Vecindades. El muro de una de las torres de Couraça convive con una vivienda particular de dos plantas.

Estremoz. Sucesión de puertas en el Largo do Espíritu Santo.

Estremoz. Atractiva disposición urbana en esta parte de la ciudad. Rua dos Banhos.

Estremoz. Regresamos a la calle 5 de Outubro a través de la rua da Misericórdia.

Estremoz. De nuevo en la Praça Luís de Camões. En el medio, el Pelourinho de Estremoz.



Estremoz. Viejo negocio en la praça Luís de Camões.

Estremoz. Ascenso al castillo de Estremoz desde la praça Luís de Camões. Las empinadas calles do Marmelo (izquierda) y da Frandina (derecha, la principal) nos reciben.

Estremoz. Rua da Frandina. Al fondo vemos la Puerta de Frandina, acceso a la ciudad vieja que también es conocido como Porta do Sol.

Estremoz. La rua da Frandina que acabamos de ascender.

Estremoz. Rua do Marmelo.

Estremoz. Dos visitantes ascienden por la estética escalinata que conecta con la Porta da Fradina. Los vehículos rodean la misma con una gran curva de herradura empedrada que haría las delicias del mismísimo Tour de Flandes.

Estremoz. Torre de la muralla medieval en esta zona de la población.

Estremoz. Vistas desde los entornos de la Puerta de Frandina donde se pueden apreciar restos del conjunto de baluartes que protegían la población en épocas de la Guerra de Restauración. Protecciones que hoy en día forman parte de edificaciones, propiedades privadas o el día a día de Estremoz. Estamos en una urbe con un riquísimo patrimonio militar.

Estremoz. Esta es la ascendente rua Dom Afonso III que alcanza la Porta da Frandina. Esta peculiar calle prácticamente circunvala la cerca medieval, lo que la convierte en un paseo muy recomendable, aunque su empedrado es de los 'salvajes'. Avisados quedan para tacones, chanclas y demás calzados no tan recomendables.

Estremoz. Porta da Frandina o do Sol. Acceso a la ciudad vieja por este lado de la misma.



Estremoz. Ingresamos en la ciudad alta por este lado de la población a través de la rua da Calçada da Fradina.

Estremoz. Intramuros tras pasar bajo la Porta de Frandina.

Estremoz. Rua da Calçada da Fradina.

Estremoz. Rua da Calçada da Fradina, allí donde esta calle y la rua Nova forman una especie de Largo a partir del cual nace la rua da Rainha Santa Isabel.

Estremoz. Rua da Calçada da Fradina. Acceso a un negocio de antigüedades.

Estremoz. Travesía de Sao José. El concepto 'casco viejo' cobra un especial y encantador significado aquí.

Estremoz. Caminamos por la rua Rainha Santa Isabel.

Estremoz. Caminamos por la rua Rainha Santa Isabel.

Estremoz. Caminamos por la rua Rainha Santa Isabel y en nuestro horizonte es imposible no intuir la solemne presencia de la Torre del Homenaje del castillo y las instalaciones de lujo de la pousada de Portugal, el equivalente a los Paradores Nacionales en España acaso con un punto más de lujo en el caso lusitano.

Estremoz. Ventana de época de una vieja cárcel que hoy en día forma parte del restaurante A Cadeia Quinhentista, puro contraste entre el exterior y el interior.

Estremoz. Torre y Pousada. Manda el blanco. Nos encaminamos a un auténtico viaje en el tiempo.

Estremoz. Fachada de la Pousada. Escudo de armas de la reina.

Estremoz. Antes el acceso a la Pousada y bajo la Torre del homenaje se extiende una pequeña explanada adoquinada que en un extremo presenta una escultura urbana dedicada a la figura de la reina Santa Isabel, una aragonesa de nacimiento que fue muy devota durante toda su vida y acabó siendo santificada por la iglesia católica.

Estremoz. Iglesia de Santa María y Palacio del Concejo, dos de los grandes reclamos arquitectónicos de esta población alentejana.

Estremoz. Igreja de Santa María. Interior de este templo del siglo XVI que está considerado como una de las joyas del final del Renacimiento en el Alentejo. No le falta razón.

Estremoz. Igreja de Santa María. Detalle de su pavimento, con muchas losas de mármol que realmente son sepulcros al más puro estilo de la época, algo habitual para conseguir ingresos con los que costear los trabajos constructivos. Entre sus inquilinos no faltan las principales familias portuguesas de la época.

Estremoz. Igreja de Santa María. La imagen de la virgen de Fátima ha visitado en 1947 y en 2011 este templo y sendas placas lo recuerdan. La iglesia en sí es de una belleza sencilla.



Estremoz. Es una pasada. Edificio del antiguo ayuntamiento medieval: los paços do concelho medievais. Una joya.

Estremoz. Paços do concelho medievais. Detalle ojival de su galería. Los capiteles de sus columnas son maravillas. Y esconde muchas más. Hoy en día este curioso edificio con aires de templo, oriundo del siglo XIV y los tiempos del monarca Afonso IV, alberga el museo municipal.



Estremoz. Paços do concelho medievais. Capiteles.

Estremoz. Paços do concelho medievais. Capiteles.

Estremoz. Paços do concelho medievais. Una joven se asoma al acceso a la sala do concelho.

Estremoz. Paços do concelho medievais. Entre sus varias curiosidades, los símbolos que los canteros dejaron grabados en la parte inferior de las dovelas que conforman los arcos.

Estremoz. Paços do concelho medievais. Escudo de armas, el primero conocido de la población y originario del reinado de Afonso IV.



Escultura que honra la figura de la reina Santa Isabel, una aragonesa de nacimiento que fue muy devota durante toda su vida y acabó siendo santificada por la iglesia católica. A sus pies, y a la portuguesa, escudo municipal de Estremoz.

Estremoz. Espectaculares panorámicas de la vecina Serra da Ossa y de los campos circundantes.

Estremoz. Junto a la escultura de la reina se encuentra esta capilla, la Capela Nosso Senhor dos Inocentes.



Estremoz. Espectacular Largo de Dom Dinis, con esa Torre del Homenaje en mármol que frisa los 30 metros de altitud y la convierte en uno de los mejores faros no ya de todo el Alentejo, si no de todo el país. A su derecha, el acceso a lo que hoy en día es un hotel, la Pousada da Rainha Santa Isabel; una figura histórica de la que vemos de espaldas una representación escultórica. A la derecha en esta imagen quedan la iglesia de Santa María y los paços medievais. La foto no está tomada exactamente en el Largo, si no en la rua da Ladeira du Albocaz, un espacio urbano prácticamente vecino. A título informativo, de estos pagos salieron los jefes, con Vasco de Gama al frente, de la expedición que debía navegar hasta la India.

Estremoz. Torre del homenaje. Detalle de uno de sus matacanes, con esa solución que salva la esquina.

Estremoz. Torre del homenaje. Detalles.

Estremoz. Callejero. Confluencia de la rua da Ladeira du Albocaz y el Largo de Dom Dinis (antiguamente praça do Castelo).

Estremoz. El Largo Dom Dinis desciende hacia la Ruia Afonso III y la Porta de Santarém, que se intuye al fondo de esta composición.

Estremoz. Largo Dom Dinis. Una imagen de la iglesia de Santa María, curioso templo que carece de campanario pero que en su interior presenta unas generosas bóvedas de gran belleza, al menos merecen una contemplación en directo, y el edificio del antiguo ayuntamiento medieval, los Paços do concelho.

Estremoz. Largo Dom Dinis. Acceso a la capela da Rainha Santa Isabel.

Estremoz. Una ventana panorámica.

Estremoz. Una vista de las Torre da Couraça, viejo acceso a la ciudad vieja en el entorno de la actual rua Alexandre Herculano que antes visitamos.

Estremoz. La muralla medieval. Este recinto fortificado conecta con los tiempos en los que el rey Dinis I de Portugal levantó esta fortaleza para su esposa, allá por el siglo XIV.

Estremoz. Acceso a la capela da Rainha Santa Isabel. Ornamento de forja.

Estremoz. Acceso a la capela da Rainha Santa Isabel. Ornamento escultórico en mármol, materia prima muy abundante en toda la zona.

Estremoz. El Largo Dom Dinis, visto desde el acceso a la capela da Rainha Santa Isabel.

Estremoz. Largo Dom Dinis. Accesos a viviendas con mucha historia. Un rincón pintoresco.

Estremoz. La rua Direita, vista desde la Porta de Santarém. Núcleo extramuros de la población más occidental.

Estremoz. Porta de Santarém. Este acceso occidental era el mejor defendido de todos los existentes en la vieja muralla medieval, también el más cercano al castillo.

Estremoz. Las siluetas de la Serra da Ossa, contempladas desde los accesos a la Porta de Santarém.

Estremoz. Calle empedrada ascendente que forma parte del Largo Dom Dinis en términos de callejero.



Estremoz. Espectacular entorno monumental el de este Largo Dom Dinis, punto en el que deshacemos nuestros pasos para volver al entorno del Largo Gadanha, en la ciudad "nueva".

Estremoz. Mercearia Gadanha. Fachada de este restaurante, originalmente tienda de ultramarinos, ubicado en el Largo Dragoes de Olivença, 84, confluencia con Largo de Gadanha. Interesante estética interior, marcada por lo vinícola; y más interesante aún propuesta gastronómica, nueva cocina portuguesa. Aunque las webs de críticas tienen su lado oscuro por las prácticas interesadas de muchos usuarios con intereses, sí nos parece relevante aportar algunas en relación a este local.

Estremoz. Mercearia Gadanha. Imagen corporativa de este restaurante con gran presencia mediática nacional e internacional. Lo del restaurante fue posterior. Inicialmente el negocio abrió como unos ultramarinos. Y tampoco lo hizo hace tanto: 2009. Con la brasileña Michele Marques al frente, la cocina de Gadanha vuelta muy alto. Y damos fe de que ese gazpacho está realmente rico (y no diremos exquisito, porque en portugués 'esquisito' significa casi lo contrario que en castellano).

Estremoz. Mercearia Gadanha. Salada de Frango (ensalada de pollo).

Estremoz. Mercearia Gadanha. Arroz cremoso de cogumelos, en primer plano, espectacular, y polvo assado (pulpo a la brasa), en segundo.

Estremoz. Mercearia Gadanha. Polvo assado. Un plato a 18,5 euros que merece mucho la pena por la factura y el resultado del mismo.

Estremoz. Mercearia Gadanha. Detalle del salón interior.

Estremoz. Mercearia Gadanha. Detalle del aseo.

[agosto de 2018]