En los tiempos de la dictadura del SEO, de las malas artes de los contenidos virales y de la búsqueda del clickbait hay que pedir disculpas, o eso al menos impone el sentido común, por el empleo de semejante titular a la hora de redactar esta entrada. Pero tampoco podemos engañarnos a nosotros mismos; y la sinceridad, ante todo y sobre todo, es un faro que guía este modesto espacio de Internet concebido para cuando nos falle la memoria y el recuerdo. Cuando descubrimos la iglesia de San Juan Bautista de Fuentes de Cuéllar, en tierras segovianas, el templo sencillamente nos pareció espectacular. Espectacular, sí, pese a su decrepitud y pese a su abandono. Acaso hechizados por la irrupción visual de su majestuosa torre del campanario en medio del paisanaje mientras circulamos por una carretera comarcal que juguetea con alguna elevación del terreno. [Mapas Vía Michelín]
Circulamos por la estrecha SG-V-2233 y la ruta, tras juguetear con unos cerros y atravesar la localidad de Lovingos, se aproxima a una Fuentes de Cuéllar de la que rápidamente, y sobre todo, nos llama la atención su espectacular iglesia. Grandes dimensiones, perceptibles en esta foto tomada, por cierto, por el copiloto.
El depósito de agua dinamita cualquier percepción del conjunto de Fuentes de Cuéllar (hasta el siglo XIX, simplemente Las Fuentes) desde el cruce de la SG-V-2233 con la más transitada SG-V-2231.
Mojón. "Camino Becinal de Fuentes a Dehesa Mayor". Son 4,5 kilómetros (algo más, aunque esta distancia marca el hito) en los que además de las poblaciones citadas, se encuentran también Dehesa de Cuéllar y Lovingos. Una vieja ruta carretera transformada por el progreso en carretera de la diputación.
La carretera SG-V-2231, que viene desde Cuéllar y la conecta con Fuentesaúco de Fuentidueña.
Fuentes de Cuéllar. Cruce de la SG-V-2233 con la SG-V-2231. Allí veremos una zona de bodegas, pero también el cementerio municipal.
Fuentes de Cuéllar. El curveo de la SG-V-2231 por la breve travesía del casco urbano.
Fuentes de Cuéllar. Acceso a lo que intuímos que son bodegas junto al curveo de la SG-V-2231 por la breve travesía del casco urbano.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan Bautista, contemplada desde la calle Cantarranas. El puñetero depósito, que sin duda será o habrá sido muy útil, visualmente se carga el atractivo del templo.
Fuentes de Cuéllar. Calle Cantarranas. Enorme vivienda de planta baja.
La nomenclatura de Cantarranas se esparce más allá de esa calle y también engloba un par de rúas aledañas que parten, por decirlo de alguna forma, de la que ejerce como calle matriz.
La iglesia de San Juan se encuentra en un pequeño cerro y en uno de sus flancos podemos improvisar un interesante mirador sobre el entorno. Vemos perfectamente Lovingos y al fondo intuímos el denominado y publicitado Mar de Pinares.
Fuentes de Cuéllar. Puerta carretera escoltada por dos cruces metálicas. ¿Tienen algún uso concreto? Calle Cantarranas.
Fuentes de Cuéllar. Transformador y cableados, con transfondo panorámico.
Fuentes de Cuéllar. Una vivienda en ruinas. Una metáforma visual, otra más, de ese espíritu que tan bien refleja el periodista Sergio del Molino en su ensayo La España vacía, viaje por un país que nunca fue.
San Juan Bautista. La distancia engaña, pero sus alrededores no mienten: cierto abandono y mucho descuido esbozan una situación compleja para tan esbelto templo de raíces románicas.
Intuímos que en esta hornacina, seguramente un añadido renacentista, descansa una figura del titular del templo: San Juan Bautista.
Iglesia de San Juan. Aunque ya hace una década (escribimos en 2017, nos referimos a 2008) se habló de una inminente restauración gracias a los dineros del programa Arquimilenio, lo cierto es que esos trabajos nunca tuvieron lugar y en torno a 2013 se vinieron abajo las techumbres. Apenas resisten en pie las paredes y una parte del ábside.
San Juan Bautista. En el ábside encontramos un lugar inmejorable para comprobar la evolución de la iglesia en lo que a elementos constructivos se refiere.
San Juan Bautista. Ábside. Siendo un templo de origen románico, no fue ajeno a los habituales cambios y añadidos que solían tener lugar en las iglesias durantes las posteriores centurias. De ahí esa suerte de contrafuertes.
En la parte derecha de la imagen anterior ya podía intuirse la desaparición de una parte de la iglesia por ese muro que aparece parcialmente roto. Aquí, a la izquierda, se comprueba mejor. ¿A qué estaría unida la iglesia? ¿Qué falta ahí? ¿Una puerta? ¿Un lienzo de muralla?
La "acastillada" torre de San Juan Bautista, de nuevo con el depósito de ladrilo visto quitándole protagonismo...
San Juan Bautista. Torre y campanario. Detalle.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. Reflejos de elementos constructivos desaparecidos.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. Ventana.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. Desagüe.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. ¿Qué uso tiene ese elemento que aparece en la torre?
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan versus depósito de agua.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. Canecillos.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. Acceso rústico en la base de la esbelta torre del templo.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. Una perspectiva diferente sobre tan rocosa mole que, dada la caída de su tejado, no lo es tanto. Desgraciadamente.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. Integrada en el casco urbano, soportes para cableados telefónicos o de la luz.
Fuentes de Cuéllar. Iglesia de San Juan. Acabados en uno de sus laterales.
Fuentes de Cuéllar. Los entornos del pueblo desde los alrededores de la iglesia de San Juan Bautista.
Fuentes de Cuéllar. Callejeando.
Fuentes de Cuéllar. Constrastes en la plaza de la Iglesia.
Fuentes de Cuéllar. La plaza de la Iglesia.
[septiembre de 2016]