Embarcadero de Villarreal, pedanía de Olivenza y separada de suelo portugués, a la altura de Juromenha, por el río Guadiana. Para llegar a esta instalación, inaugurada en 2002, debemos conducir hasta Olivenza, para tomar la ruta en dirección a Elvas por Puente Ajuda. A punto de abandonar la travesía, encontraremos un desvío a mano izquierda con dirección a Villarreal, antigua Aldeia da Ribeira en los tiempos de dominio luso sobre el enclave oliventino. La aldea, con unos 70 habitantes en la actualidad, se encuentra a unos 10 kilómetros de Olivenza. Diez mil metros de dehesas y leves ondulaciones. El embarcadero, al que llegaremos por una carretera mucho más estrecha flanqueda por cultivos de árboles frutales, dista mil metros de las calles de Villarreal. La zona es un recurrente reclamo para ciclistas y moteros. [Mapas ViaMichelin]
Embarcadero de Olivenza. En el aparcamiento encontraremos como el asfalto de algunas plazas está pintado con el símbolo de la ciudad de Olivenza y una de sus joyas arquitectónicas: la fachada manuelina de su ayuntamiento, el llamado (acaso por una confusión) palacio de los Cadaval.
Portugal, contemplado al otro lado de un Guadiana recrecido por la presa de Alqueva desde la zona de aparcamientos del embarcadero de Villarreal.
Río Guadiana. Pequeña isla, en otros tiempos una pequeña elevación sobre las cercanas orillas del río. Gracias a la entrada en servicio del embarcadero, y su creciente actividad, se están llevando a cabo algunas actuaciones paralelas como ésta: el arreglo de caminos en su perímetro.
La abaluartada silueta de Juromenha, en suelo portugués, alimenta unas preciosas puestas de sol en los anocheceres estivales. Ocasos muy, muy estéticos desde nuestro punto de vista. La terraza del Restaurante del Embarcadero gana muchos enteros, aunque hay que señalar que las instalaciones están equivadas también con unos merenderos en las cercanías.
Embarcadero de Villarreal. Muelles. Pantalanes. Atraques.
Embarcadero de Villarreal. Dos barcas, descansando de servicio.
Embarcadero de Villarreal. Anochece. Éste no es el único embarcadero que existe en el lado español del embalse de Alqueva. También podremos encontrar alguno en las cercanas Cheles (donde también potencian una playa fluvial de fama creciente) o Villanueva del Freno. Conjuntamente, pero con fuerza en Villarreal dada su cercanía a Badajoz, el crecimiento de la práctica de deportes acuáticos ha sido tremendo. En Cheles, eso sí, se han organizado cruceros de un tamaño más "serio" y una mayor ambición geográfica.
Instalaciones del Bar Restaurante del Embarcadero.
Instalaciones del Bar Restaurante del Embarcadero. No nos atreveríamos a calificarlo como un chiringuito, algo que sucede por esas cosas de las categorizaciones en este artículo de 2015 aparecido en la prensa regional.
La luna.
Imagen tomada con la cámara del móvil y retocada con efectos del ocaso sobre Juromenha y el Guadiana.
Visitantes al Bar Restaurante disfrutan de su terraza.
Un grupo de chavales disfrutan de un baño en las aguas del Guadiana aprovechando un pantalán instalado para esos quehaceres lúdicos. Y detrás, testigo directo, Juromenha. Es curioso qué bien se escucha el tañir de las campanas de su reloj cada hora... pero recuerden, en Portugal hay una hora menos.
Ocaso sobre Juromenha. Entre los servicios náuticos que se prestan se encuentra uno, muy interesante: el servicio de taxi entre las dos orillas. Un euro y medio por trayecto permite una excursión a Juromenha, aunque alguna rampa empinada será la que nos acerque a la ciudad vieja, en ruinas, de esta población que llegó a ser española.
Una embarcación de recreo para varios tripulantes regresa al embarcadero después de realizar una de las excursiones ofertadas en las aguas de Alqueva. Excursiones de diferentes duraciones y diríamos que también muy económicas. Hace ya más de dos lustros no terminaba de verse claro el asunto, aunque en Portugal sí se pusieron en marcha iniciativas de este estilo desde el principio. Año a año, se nota un crecimiento.
Una joven se reparte crema de protección solar en su piel mientras navega por las aguas del Guadiana con rumbo hacia Juromenha.
Navegando por el río Guadiana. Presa de Alqueva. Otra actividad de gran éxito son las rutas en kayak y en piragüa. Se han llegado a organizar rutas de paleo con un alto componente histórico y didáctico, como esos 11 kilómetros entre Puente Ajuda y el embarcadero. Iniciativas de este estilo invitan a imaginar, por qué no, la emulación en estas latitudes de una suerte de Descenso del Sella que fuera muy popular... En Alqueva ya se han dado pasos deportivos de ambicion transfronteriza y proyección internacional, como el Trialqueva Internacional.
Siguiendo el curso fluvial, pronto rebasamos Juromenha y la dejamos atrás, obteniendo de su contemplación un nuevo enfoque para nosotros inédito.
Otra embarcación de recreo navega por las aguas del río Guadiana.
Embarcación a vela bajo Juromenha.
Motores en marcha. La construcción del embalse (barragem) de Alqueva ha supuesto el recrecimiento de casi 100 kilómetros de río.
Islas. Embarcación.
Ramajes secos que emergen de las aguas. Al fondo, serranías.
Restos de instalaciones de naturaleza hidraulica en la orilla española.
La desnuda copa de un árbol ahogado por el cauce emerge de las aguas del Guadiana. Permite, de paso, hacernos una idea del crecimiento del nivel de las aguas con la construcción de la presa de Alqueva... que curiosamente está bastantes kilómetros más abajo. Antes de permitirse la navegación, y en los primeros años de la luz verde, se tuvieron que afrontar importantes trabajos de tala de árboles sumergidos; se calculaban unas 4.000 encinas sumergidas sólo en el lado español del embalse.
Un grupo de aves aprovecha nuevas ramas emergentes para posarse. Hay que destacar el gran valor medioambiental de Alqueva desde el punto de vista ornitológico. Badajoz ha acogido en alguna ocasión el Congreso Europeo de Ornitología y han podido disfrutarse los pagos de Villarreal, donde existe alguna Zona Especial de Protección de Aves (ZEPA).
Navegando a vela en las aguas de Alqueva. Al fondo, España y las serranías cercanas a Olivenza.
Las instalaciones del embarcadero de Villarreal, contempladas desde las aguas del Guadiana. La Marina de Villarreal, cada vez más conocida.
Anochece sobre España y Portugal. Un enclave de los que alimenta el titular de este artículo de 2016: "El agua de Alqueva se pone de moda".
Juromenha. Uno de los muchísmos balcones que tiene la presa de Alqueva en suelo portugués. Tanto Juromenha como la más lejana Monsaraz son las protagonistas de este artículo que publicamos en 2010.
Juromenha. Otro de los puntos fuertes y diferenciadores de la Marina de Villarreal es su idoneidad y estética para la realización de rutas senderistas nocturnas.
Otra de la luna mientras el sol apura sus últimos rayos.
Diferentes servicios turísticos prestados en las instalaciones del embarcadero, un cartel expuesto en el Bar Restaurante y que por su interés informativos fotografiamos y publicamos.
Una placa recuerda que el embarcadero ha sido posible con fondos feder en el marco de la cooperación interfronteriza entre Portugal y España.
Los horarios del Bar Restaurante del Embarcadero. Y curiosas doce y media.
[agosto de 2015]
[agosto de 2016]
[agosto de 2016]