Lisboa, capital de Portugal, una de las tres urbes más importantes de la Península, una gran ciudad europea, es uno de los destinos más seductores para cualquier viajero. Su luz, sus calles, sus barrios, sus testimonios históricos, sus gentes, sus hábitos... Lisboa es fascinante. Sencillamente. Uno de esos lugares donde andar sin un rumbo fijo es un constante regalo para la vista por la particularidad de algunas fachadas, la fisonomía de algunas viviendas, la suntuosidad de algunos templos y la inmensidad al alcance de cualquier retina que ofrecen sus muchos miradores y sus más largos.
Porque Lisboa es una ciudad de orografía traviesa, siete colinas mediante. Terrenos que condicionan la aparente anarquía de su callejero sempiternamente empedrado (ay, esa musicalidad de los neumáticos rodando sobre tanto canto) y que exigen de la colaboración de ascensores, escalinatas y, cómo no, los efectivos tranvías. Porque la red de transporte lisboeta es realmente completa. El Chiado, el Barrio Alto, la Lisboa Baixa, la mítica Alfama, el entorno de las plazas de Rossío y Comercio,... Definitivamente Lisboa son mil ciudades en una sola. Dicen en Portugal que en Braga se reza, en Coimbra se estudia, en Oporto se trabaja y en Lisboa sólo se gasta. ¿Será verdad? En todo caso, la plaza es una pasada que merece un "primera persona", algo que quizá por la crisis, la cercanía o el descubrimiento está estimulando un gran crecimiento turístico. Esbocemos unas pinceladas al respecto. ¡Buen viaje!
1. Primera parte [pincha aquí/click here].
2. Segunda parte [pincha aquí/click here].
3. Tercera parte [pincha aquí/click here].
4. Cuarta parte [pincha aquí/click here].
5. Quinta parte [pincha aquí/click here].
6. Sexta parte [pincha aquí/click here].
