León: legionaria, peregrina, catedralicia, "húmeda" y realmente alucinante (marzo de 2004)


La ciudad de León. Ubicación geográfica dentro de España [mapas de ViaMichelin]. León es un asentamiento de origen romano nacido de los acuartelamientos de la Legio VI Victrix (de ahí deriva su nombre). En la Edad Media, y de la mano del Camino de Santiago, no le fue mal a la urbe, no, que fue capital y corte de un reino. Por cierto, interesantísima guía, acaso libro, de Eloísa Otero para acercarse a la ciudad a través de sus esculturas urbanas.

Plaza Mayor, con el ayuntamiento al fondo. Aquí colocan un mercadillo muy majo todos los miércoles y los sábados.

En las cercanías de la Plaza Mayor, concretamente en la calle Plegarias, se encuentra la Fuente de San Martín, un surtidor original de 1674 que fue reformado, como dice la inscripción, bajo el reinado de Carlos IV.

Profundizando en el afamado, prestigioso y obligatorio Barrio Húmedo. Un mar de callejuelas que nos trasladan a otros tiempos en los que abundan los bares, mesones, tabernas y garitos donde disfrutar de un sobresaliente tapeo. Calle Mulhacín.

Rincones pintorescos por el Barrio Húmedo.

Una escultura del leonés Jesús Trapote Medina en ese espacio contínuo que forman la plaza de la Catedral y la de Regla: Padre e hijo. Su instalación en 1997 acarreó no pocas polémicas entre los leoneses, que la veían como un impostación, un mamotreto que no decía nada y a la que llamaban El divorciado. Y sin embargo el tiempo ha acabado convirtiéndola en una de las referencias de este espacio de la ciudad. Seguramente tenga mucho que ver su ubicación y su proximidad al viandante.

La catedral de León. Conocida como "la pulchra leonina", es una de las joyas catedralicias de gótico español junto a la de Burgos. Famosísima por sus vidrieras, que en vivo y en directo son, ¡buf!, únicas.

Catedral de León, cuya titular es Santa María de Regla.

Catedral de León.

Una ciclista urbana atraviesa la plaza de la Catedral de León.

Antiguo edificio de Correos, en la plaza de la Catedral con la calle Pablo Flórez.

Real Colegiata de San Isidoro, en la plaza de San Isidoro.

Plaza de San Isidoro. Un vistado sobre la colegiata.

Columna corintia rematada por un nido de cigüeña en la plaza de San Isidoro. No es una columna romana original, sino un homenaje que impulsó la ciudad de León en 1968 al asentamiento militar que permitió el nacimiento de la ciudad. Se cumplía, nada menos, que el XIX centenario.

Uno de los tramos conservados de las murallas romanas de León, en nuestra opinión el más visual por esa sucesión de cubos de vieja piedra. Este tramito se encuentra en la calle Ramón y Cajal, en las proximidades de la colegiata de San Isidoro.

Posado junto al monumento a Gaudí, Antonio Gaudí sentado en un banco, una obra del escultor asturiano José Luis Fernández. Fundida en bronce en 1998, se encuentra enfrente del Palacio de los Guzmanes y la Casa Botines, en plena calle Ancha.

Palacio de los Guzmanes. Inconcluso edificio renacentista sede de la Diputación Provincial de León. ¡Menuda sede!

Casa Botines, uno de los poquísmos edificios, tres, que diseñó Antonio Gaudí fuera de Cataluña. Curiosamente la provincia de León puede presumir en este sentido de haber contado con el genial arquitecto catalán tanto en este icono de la capital provincial como en el Palacio Episcopal de Astorga. El otro se encuentra en Cantabria.

El escultor gallego Andrés de Seoane le puso la guinda a la Casa Botines con esta escultura de San Jorge matando al dragón que preside su fachada en la calle Ancha.

Detalle del tejado de la Casa Botines. Este singular edificio fue un encargo de un empresario catalán: Joan Homs i Botinàs.

Una fantasiosa vista nocturna.

Una imagen parcial de León, ciudad bimilenaria, trabajo escultórico del leonés Juan Carlos Ponga ubicado en la plaza de San Marcelo, vecina de la calle Ancha, la Casa Botines y el Palacio de los Guzmanes. Esta propuesta recoge en dos maquetas cómo era el emplazamiento romano y cómo era la ciudad medieval, sede de toda una corte.

Estamos en plena ruta hacia Santiago de Compostela, por lo que no nos resultará nada raro toparnos con muchos peregrinos mochileros por sus calles y sus tabernas. León es todo un regalo para los viajeros. El Papa Benedicto XVI sentenció en una visita a la catedral de Santiago: "Peregrinar es salir de nosotros mismos". En León esta sentencia se torna certeza. Calle Herreros.

Travesía de la Concepción, junto a la calle Herreros.

Iglesia de Nuestra Señora del Mercado, o Santa María del Camino, en la calle Herreros.

León rampante, o casi, junto a Nuestra Señora del Mercado.

Nuestra Señora del Mercado. En la cruz que se levanta a sus pies, en tiempos en los que toda esta zona era monte puro y duro y crecían unas zarzas, se dice que un pastor encontró la talla de una virgen entre unas zarzas. Fue la primera piedra de este templo. Cada 8 de febrero este barrio celebra sus fiestas patronales.

Plaza del Mercado, antigua plaza del Grano. La estética de este rincón es peculiar, atractiva y única. Un León dentro de otro León.

Palomas picoteando en el firme de la plaza del Mercado.

Plaza del Mercado, con la Fuente del Mercado en su centro. Los niños simbolizan los ríos Bernesga y Torío (afluente del anterior), los que pasan por la ciudad.

Curiosa lámpara en un establecimiento hostelero en la plaza del Mercado. Original y sostenible. ¡Eso es reciclaje!

Nos movemos hacia el entorno de San Marcos, antiguo convento y actual parador nacional y museo municipal. Delante, la plaza de San Marcos.

Iglesia conventual de San Marcos.

Fuentes ornamentales en la plaza de San Marcos.

Fachada del actual parador nacional de San Marcos, de cinco estrellas.

San Marcos, el titular, representado en esa especie de medallón central de la fachada.

Monumento al peregrino en la plaza de San Marcos, una obra de Martín Vázquez de Acuña. El viajante reposa descalzado y apoyado en la columna.

Vistas de las instalaciones de San Marcos desde el peatonal Puente de Quevedo, junto al parque del mismo nombre.

Río Bernesga, a su paso por la ciudad de León.

Aguas impetuosas.

El paseo fluvial del Bernesga a su paso por León. Desde el puente que se ve al fondo, el puente de los Leones, la Estación o (más antiguamente) de Ordoño II, este paseo es conocido como paseo Papalaguinda.

Uno de los leones que presiden los accesos al conocido como puente de los Leones, unas esculturas del cántabro Víctor de los Ríos que fueron restauradas (¿o adecentadas?) en 2012. Instaladas allá por 1967 en los márgenes del puente que forma parte de la avenida de Palencia, son otro de los símbolos de la ciudad. Este puente , también conocido como puente de la Estación o (antiguamente) de Ordoño II, une el centro con la estación de ferrocarril... Hasta la llegada del AVE.