Mijares, Pedro Bernardo y Serranillos: cicloturismo de primera en el Sistema Central de Ávila


La ruta propuesta con salida y llegada en la localidad de Burgohondo, dentro de la amplia variedad de posibilidades que ofrecen aquí los recorridos circulares. Ubicación geográfica provincial y nacional. El recorrido se hace fuerte en las comarcas de Valle del Tiétar y Valle del Alberche, donde habrá que sufrir el Puerto de Mijares por su lado corto y el encadenado, o casi, de los de Pedro Bernardo y Serranillos. Una salida dura. [Mapas VíaMichelín].

Perfil de un recorrido circular de unos 120 kilómetros con cuatro puertos y bastante desnivel acumulado sin pasar nunca de los 1.600 metros de altitud. La velocidad es la que endurece más un recorrido así, que de forma cicloturista es factible y agradable.

Burgohondo (Ávila). Kilómetro 0 en un pueblo de 1.200 habitantes con un nombre que etimológicamente nos deja claro dónde andamos y que tiene fama por sus melocotones. Dejamos el vehículo en unos aparcamientos junto a la carretera AV-902, antes del cruce con la AV-913, la ruta que conecta Ávila capital con Serranillos, Navarrevisca, Villanueva de Ávila y Mijares, entre otras poblaciones.

Preparativos a unos 805 metros de altitud. Y por lo visto hoy salimos con compañía de un campeón belga... Uno de los maillots más bonitos y sin embargo simples del mundo del ciclismo.

Burgohondo. El conocido como "El Puente". Salva las aguas de la Garganta de Navalacruz, un arroyo de montaña, y separa el casco urbano más "pueblo" de las conocidas como Las Umbrias, barrios periféricos diseminados por las montañitas vecinas.

Garganta de Navalacruz, aguas que engordan el caudal del río Alberche unos kilómetros después.

Puerto de Mijares. Paisajes espectaculares de alta montaña a los que nos habremos aproximado a través de, y desde, Villanueva de Ávila. Paisajes sometidos a la solemnidad del Pico Gamonosa, que roza los 2.000 metros. Un inicio intenso en el sentido de que, salvo un tramo favorable, desde que crucemos sobre el río Alberche, en las proximidades de Burgohondo, la ruta presenta pendientes en nuestra contra que atraviesan muchos campos cercanos por piedra típica de la zona.

En el Puerto de Mijares... Por esta vertiente es una subida bastante llevadera, con número parecidos en dureza en su parte alta a los del lado que sube por la población que le da nombre. Por Mijares, sin embargo, estamos ante un señor puerto de casi 23,5 kilómetros. Una subida eterna a una media del 5%.

Paisajazos sobre el valle que disfrutaremos sin superar nunca el 8% de dificultad. Algo es algo.

Llegando a la cumbre. El Puerto de Mijares es otro paso de montaña visitado por el ciclismo profesional. La Vuelta a España "lo descubrió" relativamente hace poco, en 1994.

Posando en marcha.

Puerto de Mijares. Cima. Y sin embargo un hito más en el recorrido de esta carretera AV-901.

Momento egoteca.

Puerto de Mijares. Descenso. Largo descenso. Nos vigila el Pico Gamonosa.

Una buena carretera en la que los petriles de piedra poco pueden hacer para ocultarnos los abismos. En la zona, con motivo de los trabajos de extinción de un incendio, se estrelló hace unos años una avioneta, choque del que salió ileso su piloto.

Pino joven y solitario. Esta zona tan clareada, cuando la parte alta de Mijares es un bosque denso de pinares, nos evoca a recuerdos de incendios forestales. Desgraciadamente en la zona saben mucho de incendios estivales.

Puerto de Mijares. El larguísimo descenso, tras atravesar Mijares y Gavilanes, hilvanando cual costuras su irregular y desperdigado casco urbano, nos llevará hasta la carretera general CL-501, la gran vía de comunicación transversal en el Valle del Tiétar. Por esa vía con más tráfico, y por tanto con más necesidad aún de atención, rodaremos hasta el desvío hacia la localidad de Pedro Bernardo. Desvío donde acaba el terreno más favorable, aunque con repechos y más exposición al viento, y arranca el largo ascenso a Pedro Bernardo.

Pedro Bernardo. Este pueblo abulense de curioso nombre y más curiosa ubicación nos engaña en nuestro pedalear con su frecuente presencia ante nosotros en los primeros kilómetros e incluso nos lanza alguna pista asfaltada como señuelo para acortar. Nada. Mejor ir por esta carretera AV-922 que tiene una pendiente más mantenida. Esos atajos son paredones de grandes pendientes, porque salvan mucho desnivel en poquísimo espacio, y están pensados para accesos a fincas y demás.

Pedro Bernardo. Por fin llegamos a su casco urbano, donde describimos un amplio giro hacia la izquierda. Como una especie de pueblo en curva de herradura tras el que ahondamos en los parajes de los Riscos de la Sierpe. Así se las gasta el también conocido como Balcón del Tiétar.

Puerto de Pedro Bernardo. Cima. Este alto es una puñeta. Se empieza a subir desde que se abandona la carretera general con rumbo al pueblo de Pedro Bernardo. Y después de la población circunvala, a media ladera de sus montañas, el surco de la Garganta Eliza. Entre restos de viejos incendios, seguramente con la escolta de practicantes de parapente en una de sus mecas, o algún que otro buitre, nos habremos merendado hasta llegar aquí 18 kilómetros de pendientes contantes. No es un puerto duro por porcentajes, pero sí por la insistencia de "los treses y los cuatros porcientos".

Pedro Bernardo. Bloque granítico que nos recuerda que nos movemos en montes comunales de utilización pública. Como puerto de montaña, debutó en la Vuelta en 1987. La cima del puerto está en torno a los 1.270 metros.

El Puerto de Pedro Bernardo presenta un descenso muy breve que pronto desemboca en la carretera que conecta San Esteban del Valle con el Puerto de Serranillos. Aunque esa carretera viene subiendo desde hace siete kilómetros, desde este punto aún nos quedarán casi diez por gestionar.

Carteles varios.

Puerto de Serranillos. No es una dificultad orográfica especialmente dura. Es constante. Y peligrosa, por eso mismo, si lo damos todo. Hay que ser regular. Y constante, como sus rampas. Nos movemos por la AV-913.

Puerto de Serranillos. Manantial junto a la carretera: Fuente de los Corralillos.

Puerto de Serranillos. Vistas. El de Serranillos es un puerto que entronca con la mística del ciclismo en España. Y todo gracias a la Vuelta, una carrera que lo ha pasado en hasta doce ocasiones, aunque bien es cierto que durante 2015 acumulará más de una década fuera de los itinerarios. Esa mística de naturaleza épica se gestó durante su descubrimiento, en 1983, el mismo año que "se descubrieron" los Lagos de Covadonga, más mediáticos que Serranillos. Durante la decimoséptima etapa de la Vuelta de aquel año el francés Bernard Hinault pasó al ataque de camino a Ávila para ganar su segunda ronda española, desfondando aquí al joven líder Julián Gorospe. "Masacre en Serranillos".

La señalización fija de la carretera también incluye datos de pendiente y longitud para los cicloturistas. Muchísimos ciclistas visitan este puerto a lo largo del año. Estamos en una zona muy ciclista.

Puerto de Serranillos. Estampas poblacionales del valle: San Esteban del Valle y Santa Cruz del Valle.

Gestionando un 7%.

Puerto de Serranillos. Última curva y última recta antes de la cima.

Puerto de Serranillos. La cumbre describe una leve curva y la placa del puerto está algo antes, en un tramito todavía en pendiente.

Puerto de Serranillos. Antenas vecinas, accesibles por una pista de tierra.

Puerto de Serranillos.

Puerto de Serranillos. ¡Metro! Cartel en el pueblo de Serranillos, población de menos de 300 habitantes que se multiplican por mucho los fines de semana. Destino rural de primera. Y enigma máximo de los entorno de la Sierra del Cabezo. ¿Qué hace este cartel aquí? ¿Cómo llegó? ¿Anuncia algo?

Junto al "Metro de Serranillos", en la AV-913. Última parada antes de volver a Burgohondo vía Navarrevisca con otro repecho majo por el medio para despedirnos de la zona... Hasta la próxima, por supuesto.

[junio de 2008]